Abel Caballero y su éxito en Vigo: de Dinoseto a ser rey de las luces de Navidad

Fotografía de Abel Caballero, alcalde de Vigo, junto a Pedro Sánchez.
Fotografía de Abel Caballero, alcalde de Vigo, junto a Pedro Sánchez.
EFE.

"Los próximos cuatro años serán los mejores de la historia de Vigo". Abel Caballero lo tenía muy claro en unas declaraciones previas a las elecciones del 26 de mayo que son el reflejo de su habitual confianza. El político y economista nacido en Ponteareas en 1946 afrontaba las elecciones municipales con la tranquilidad de ser el edil de las principales ciudades españolas con más apoyo popular, un hecho que se ratificó en las urnas arrasando con 20 de 27 concejales, o lo que es lo mismo, la mayor victoria del PSOE en la historia de Vigo que le convierte en el alcalde más longevo sumando cuatro años más a los 12 que ya lleva en el cargo. "Será nuestro alcalde hasta que él quiera", señalan a La Información varios ciudadanos vigueses, que ponen de manifiesto que la fórmula de populismo y marketing de Caballero funciona a la perfección. 

Para este político inusual (no es habitual que los ciudadanos aplaudan a uno allá donde vaya), Doctor en Ciencias Económicas por las Universidades de Santiago de Compostela y Cambridge y máster en Economía por la Universidad de Essex, su historia con la que es ahora "la mejor ciudad del mundo con la mejor gente del mundo", según sus propias palabras, comenzó en 2007. Caballero había sido nombrado presidente de la Autoridad Portuaria de la urbe en 2005 y en 2007 fue nombrado candidato a la alcaldía por el PSdeG-PSOE.

El reto era mayúsculo: terminar con una cultura política en la que el PP siempre obtenía buenos resultados. Y lo hizo desde su primer intento. En 2007 superó los 13 concejales del PP sumando los 9 del PSOE más los cinco del BNG, en una coalición que le dio los mandos a Abel superando a Corina Porro

Y comenzó el show y una posición ante la Xunta que le ha dado réditos: oposición total a las políticas del PP en Galicia, lanzando dardos constantes al presidente de la comunidad Alberto Núñez-Feijóo. El edil socialista movilizó a la ciudad con manifestaciones sin precedentes para intentar evitar la absorción de Caixanova por parte de la Caja de Ahorros del norte de la comunidad, Caixa Galicia, e hizo lo propio con otros temas como la renovación del Estadio de Balaídos y la construcción del nuevo hospital de Vigo, el Álvaro Cunqueiro, con multitud de críticas por su ubicación a las afueras. 

Con un programa semanal en el canal de televisión Localia que sigue en emisión, Caballero comenzó a mostrar a los habitantes su faceta más cercana, respondiendo en directo a todas las dudas de los ciudadanos desde temas de gran envergadura a la simple cuestión de poner un banco para una vecina cerca de su casa con el fin de hacer los trayectos al supermercado más llevaderos. Eso aumentó su carisma, su popularidad y el número de votos. 

Así, cuatro años más tarde pasó de 9 a 11 concejales, siendo reelegido con el apoyo del BNG. Esa legislatura supuso su crecimiento total en la ciudad. Su política de rehumanización de todas las calles de Vigo por fases, sus apariciones cada vez más cómicas y su defensa de Vigo a ultranza le llevaron a la mayoría absoluta en 2015: 17 concejales frente a los 7 del PP. Todo eso con la figura de Dinoseto ya vigente.    

Un 'showman'

Antes de las elecciones de 2015, un arbusto con forma de dinosaurio se situó en una rotonda de la calle Rosalía de Castro. Los tuiteros vigueses hicieron este hecho viral, y pese a que los operarios se habían equivocado con la ubicación del seto, Caballero aprovechó la popularidad del mismo para plantarlo en el epicentro olívico, en plena Puerta del Sol. Esta decisión fue una genialidad.

El Dinoseto se convirtió en el monumento más visitado de la ciudad, el Ayuntamiento le construyó un 'photocall' y Caballero prometió "un dinosetito" a su lado. Es más, pusieron un huevo y esperaron unos meses hasta su 'nacimiento', evento para el cual volvió a acudir el alcalde. Desde entonces, Dinoseto y Dinosetito son iconos de una ciudad que crece en visibilidad cada vez que habla su alcalde.

"Que se preparen los alcaldes de Londres, París, Berlín y Nueva York (...) Vamos a instalar nueve millones de luces LED". No hay nadie que no reconozca estas declaraciones virales de Caballero para promocionar "la mejor Navidad del mundo" en Vigo. Risas aparte, el método funcionó con una ciudad repleta en las fiestas, con Renfe teniendo que reforzar los trenes a Vigo y con los buses desde otras ciudades gallegas y portuguesas, llenos para ver las 'luces de Abel'.  

En los años que lleva en el poder de la metrópoli con más habitantes de Galicia, Caballero se ha subido a una 'BMX', ha instalado un 'macrotobogán' hinchable en el centro, ha bailado el 'swish swish' y ha cantado villancicos en la televisión entre otras muchas anécdotas que le han dado la hegemonía... y esto no ha terminado todavía. Las urnas han dicho que hay Abel para rato. 

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