Acusados de Segi defienden que solo participaron en actos políticos públicos

  • Los catorce presuntos miembros de Segi que han declarado hoy en la Audiencia Nacional acusados de integración en banda terrorista han defendido ante el tribunal que solo participaron en actos políticos públicos y muchos de ellos han denunciado torturas policiales.

San Fernando de Henares (Madrid), 15 oct.- Los catorce presuntos miembros de Segi que han declarado hoy en la Audiencia Nacional acusados de integración en banda terrorista han defendido ante el tribunal que solo participaron en actos políticos públicos y muchos de ellos han denunciado torturas policiales.

El segundo día del juicio contra cuarenta supuestos integrantes de la ilegalizada rama juvenil de Batasuna ha transcurrido en la misma línea que el primero y los acusados han insistido en que se les ha procesado por llevar a cabo una actividad política.

Los cuarenta -al juicio solo han acudido 36, los cuatro restantes han decidido no hacerlo por "rebeldía"- se enfrentan a peticiones fiscales de cárcel, concretamente de 9 años para los nueve presuntos dirigentes y de 7 años para el resto.

Hoy han declarado catorce de los acusados, entre ellos dos presuntos dirigentes. Uno de estos últimos, Asier Coloma, ha narrado cómo huyó a Francia en 2009, cuando se enteró de que le buscaban, por temor a las "habituales" torturas policiales, prácticas que han denunciado haber sufrido la mayor parte de los procesados.

Como muchos otros, Coloma ha criticado que se le juzga por una actividad lícita: "Me considero una persona comprometida socialmente desde que tengo uso de razón, creo que yo y mis compañeros estamos aquí solo por nuestra actividad política", ha explicado.

El presunto dirigente fue detenido finalmente en mayo de 2010, cuando residía en Endaya, adonde se trasladó unos meses antes cuando se enteró de que habían acudido a su casa a detenerle.

"Decidí pasar la frontera, me fui a Endaya, donde hacía una vida publica, tenía un contrato laboral a mi nombre y una vivienda en alquiler e incluso, y paradójicamente, tenía ayudas de la Administración francesa para pagar el alquiler", ha relatado.

Tanto él como el resto se han negado a contestar a las preguntas de las acusaciones y solo han respondido a sus abogados, que les han inquirido sobre varios documentos encontrados en sus casas, así como actos sociales, culturales y deportivos en los que participaron que supuestamente estaban vinculados con el terrorismo, cosa que ellos han negado.

También ha hablado hoy el presunto cabecilla de Segi Ibai Esteibarlanda, quien ha considerado que se le juzga por su "militancia política, en este caso pública" y ha remarcado que los "jóvenes independentistas" como él están dando "pasos" para situarse en un nuevo escenario político.

"Creo que todos deberíamos dar pasos en ese camino", ha añadido quien era supuestamente coordinador de Segi en las tres provincias vascas y Navarra.

Nueve de los catorce que han declarado han narrado con detalle cómo sufrieron torturas físicas y psicológicas cuando, en 2009, fueron detenidos por la policía, al igual que ya hicieran ayer seis de los diez que fueron interrogados.

Han denunciado que se les trasladó a Madrid encapuchados y desorientados, que les paraban en descampados donde se les decía que sacarían "las palas", les amenazaban con represalias a sus familiares, les hacían caminar en cuclillas y otras posturas forzadas, les daban palizas y finalmente, cuando estaban "rotos", les hacían declarar lo que los agentes querían.

Uno de ellos, Haritz Petralanda, ha asegurado que a raíz de los malos tratos sufrió ataques de ansiedad en la comisaría y tuvo que firmar, al igual que otros, dos textos ya preparados y decir "exactamente" lo que le ordenaban los policías, lo cual hizo por "miedo" e "impotencia".

"Al final ya no soy persona", ha explicado el imputado, que ha tenido que interrumpir su declaración a causa de las lágrimas. Otro procesado, Eñaut Ayarzaguena, ha apuntado en el mismo sentido: "Cuando me llevaron a la Audiencia estaba hundido".

Ataviados con camisetas naranjas con el texto "Libre" y el subtítulo en euskera "De la solidaridad al compromiso", los acusados han asegurado ser personas activas políticamente que participaban en actividades culturales y sociales de carácter político, así como en manifestaciones.

Este último es el caso de Mikel Eskiroz, quien ha afirmado que participó en una protesta porque está "en contra de que Segi sea considerado terrorista", mientras que a otro acusado, Xunai Matxain, le han preguntado por su relación con una herriko taberna en la que, ha dicho, no participó en ninguna reunión. "Los bares son para beber vino", ha afirmado.

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