Madrid, 29 abr.- La presidenta de la Comunidad y del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, se ha mostrado decida a "plantar cara a la desvergüenza" de los sindicatos y de la izquierda que pretenden ganar con "algaradas callejeras lo que han perdido en las urnas" y generan "desconfianza" en la imagen de España en el mundo.
Así lo ha manifestado hoy Aguirre en su primer discurso tras revalidar anoche, por tercera vez consecutiva, el liderazgo del PP de Madrid con el 97,2% de los apoyos de los afiliados, el mayor que ha obtenido en los ocho años que lleva al frente de esta formación, en los que nunca ha recibido ningún voto de los populares madrileños en contra de su gestión.
La presidenta ha agradecido al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que la haya acompañado en la clausura del Congreso y le ha felicitado expresamente por "la valentía, el patriotismo y la decisión admirables" con las que, ha dicho, está afrontando las reformas, pensando siempre "en el interés de España".
Un patriotismo al que ha apelado expresamente Aguirre en su discurso, al final del cual se ha puesto una pegatina con la enseña nacional en la solapa mientras animaba a sus compañeros de partido a hacer lo mismo y les pedía que no se avergonzasen de la "bandera patria", sino que se mostraran "orgullosos del símbolo que nos une a todos y que es la garantía de nuestra libertad".
"Nosotros confiamos en España y eso es lo que tenemos que transmitir: confianza", ha aseverado la presidenta, para quien es "muy difícil" alcanzar ese propósito si la imagen que se da al exterior es "una imagen a la griega, de contenedores quemados y algaradas callejeras".
Tampoco, ha añadido, es posible generar confianza en los mercados con una deuda por la que "solo de intereses hay que pagar 29.000 millones de euros anuales" o "79 millones de euros al día, que son 1.300 millones de pesetas diarias que tenemos que pagar entre todos".
"Los ciudadanos saben que a mí se me entiende todo lo que digo y se me va a seguir entendiendo", ha dicho la presidenta, que se ha mostrado dispuesta a "dar las batallas políticas e ideológicas" que sea necesario desde el PP para sacar a España de la crisis y ha afirmado que tanto ella como el partido salen de este congreso "con energía e ilusión renovadas, con las pilas recargadas".
También, ha dicho que se niega "a aceptar la moralidad superior de la izquierda", a la que ha reprochado que pretenda ser "moralmente superior cuando deja en paro a 5,5 millones de españoles".
Se ha mostrado "convencida" de que "los argumentos, los principios y los valores" del PP son "más convincentes y más sólidos" que los de sus adversarios políticos, porque "un Gobierno que deja la deuda que ha dejado (el PSOE) no puede presumir de nada y mucho menos, de superioridad moral".
Ha aseverado que "el espíritu de lucha es la palanca en la que hay que apoyarse para la recuperación" y ha asegurado que de las dificultades se "sale a base de esfuerzo, sacrificios y de confianza en nosotros mismos y en España".
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