Lima, 6 oct.- La jornada de elecciones regionales y municipales de Perú, celebrada el domingo, dejó al menos dos muertos y tres heridos en cerca de un centenar de actos violentos en diversos puntos de Perú, informó hoy el ministro peruano del Interior, Daniel Urresti.
El ministro explicó que los fallecidos se registraron en dos reyertas ocurridas en el norte de Perú que denunciaban fraude electoral cuando ya se habían cerrado los locales electorales y se divulgaron los sondeos a pie de urna.
"Han ocurrido hechos inusuales. Terminada la votación, y en pequeños distritos, hubo una serie de manifestaciones azuzadas por los perdedores que terminó en quema de material electoral y en ataque a fuerzas del orden, con consecuencias lamentables en dos de ellas", comentó Urresti.
El primer muerto y los tres heridos se dieron en una revuelta ocurrida en el distrito selvático de Mazán, en la región amazónica de Loreto, donde la policía realizó "disparos al aire" para disgregar a una turba de 500 personas que quemó el material electoral y las urnas en el colegio Jorge Basadre Grossman.
El fallecido fue identificado como Samuel Macedo, de 43 años, y los tres heridos fueron evacuados al hospital regional de Iquitos, capital de Loreto, según informó el director general de la Policía Nacional del Perú (PNP), Jorge Flores.
La segunda muerte se reportó en el hospital de San Jacinto, en la región norteña de Tumbes, y se trata de Carmen Benítez, de 30 años, quien falleció "por un proyectil de arma de fuego", después de que una turba de 300 manifestantes impidiera la retirada del material electoral.
"Durante toda la noche hemos recibido reportes y en otros 34 lugares ha habido quema de material electoral, incluidas las urnas y las actas. En los distritos limeños de Pucusana, Punta Hermosa y Yauyos también hubo quema de ánforas y ataque a la policía", agregó Flores.
La Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) condenó hoy en un comunicado los actos violentos y detalló que la jornada electoral se saldó con 96 incidentes.
Entre las acciones violentas se encuentran la toma y quema de locales de votación, la destrucción y quema de material electoral, amenazas al personal de la ONPE y del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), secuestro del personal de la ONPE, destrucción de vehículos y bloqueo de carreteras, entre otros.
La violencia por motivos políticos también se hizo presente en la campaña con el asesinato en septiembre pasado de un candidato a la alcaldía del distrito de San Martín de Pangoa, en la provincia selvática de Satipo, una zona afectada por el narcotráfico.
El viernes pasado, un atentado contra un convoy policial que iba a recoger material electoral dejó dos agentes muertos y otros cinco heridos en una zona de la región Ayacucho que pertenece al convulsionado Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM).
La gran movilización durante la jornada electoral, en la que el voto es obligatorio, generó varios accidentes de tráfico en el interior del país en los que fallecieron un total de 32 personas, incluidos siete agentes de la policía que viajaban en una camioneta.
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