El voto clave

Alberto Casero, el diputado del PP que ha votado sin querer la reforma de Díaz

El diputado del PP por Cáceres ha votado telemáticamente por error cuando se producía la votación en el Congreso de la reforma laboral pactada entre los sindicatos y la Patronal. 

Alberto Casero
Alberto Casero, el polémico diputado del PP que ha votado a favor de la reforma.
PP

Se llama Alberto Casero, exalcalde de Trujillo y diputado del PP por Cáceres desde hace dos años, y ha sido, imprevisiblemente, la 'palanca' de Díaz para aprobar la reforma laboral. Su error, al votar telemáticamente, ha dado un vuelco a la votación, ya que de esta forma el bloque del 'no' a la reforma habría alcanzado 175 votos, por los 174 de los partidarios por convalidarla. Casero ha votado a favor por un problema técnico y ha acudido al Pleno a votar presencialmente, pero ya no le han dejado. De su época como alcalde de Trujillo entre 2011 y 2019 se están investigando posibles delitos de prevaricación continuada, según informó en noviembre el periódico de Extremadura. 

Batet llega a anunciar la derogación, para después corregirse

En un primer momento la presidenta del Congreso, Meritxel Batet, ha llegado a decir que la reforma había sido derogada, al estallar los aplausos en la bancada 'popular', que junto con los diputados de Vox se han levantado a aplaudir. Segundos más tarde, los servicios jurídicos de la Cámara le han aclarado que, realmente, los votos a favor eran más que los votos en contra, anunciando la convalidación de la reforma, provocando una reacción similar en las bancadas del PSOE y Unidas Podemos, que han acabado coreando "¡Sí, se puede!".

La reforma se convalida sin cambios

Para la convalidación del decreto ley con la reforma acordada por los sindicatos CCOO y UGT y la patronal CEOE, el Gobierno ha sumado los votos de PSOE, Unidas Podemos, Ciudadanos, el PDeCAT, UPN, Más País-Equo, Compromís, Nueva Canarias, el Partido Regionalista Cántabro (PRC), Nueva Canarias y Coalición Canaria. En contra han votado el PP, Vox, Esquerra Republicana, el PNV, EH-Bildu, la CUP, el BNG y Foro Asturias.

Asimismo, tal y como pretendía el Gobierno, el Congreso ha rechazado la tramitación de la reforma como proyecto de ley, impidiendo así que los grupos puedan proponer cambios a través de enmiendas. Este rechazo, exigido por la patronal, que ya había avisado de que no aceptaría que se tocara "ni una coma" del acuerdo, ha impedido la negociación de cambios, tal y como han exigido socios del Gobierno, como ERC y Bildu, que le pedían llevar más lejos la reforma.

Mostrar comentarios