(ampliación) iraq. El despliegue durante seis meses de la misión militar costará 35 millones de euros


El ministro de Defensa, Pedro Morenés, cifró hoy en 35 millones de euros el coste del envío durante seis meses a Iraq de un contingente de militares españoles, con el fin de formar al ejército iraquí contra los terroristas del Estado Islámico.
Así lo dijo durante el Pleno del Congreso de los Diputados, en el que el ministro solicitó el respaldo de la Cámara para enviar a unos 300 militares españoles a suelo iraquí “antes de que finalice el año o principios del próximo”. Si bien puede que “incluso antes” se despliegue una de las unidades de operaciones especiales.
El Gobierno recabó el apoyo del Congreso al envío de este contingente por 313 votos favorables, 11 votos en contra y 4 abstenciones.
Los 300 efectivos se dividirán entre 10 y 20 oficiales, que se integrarán en los cuarteles generales de la coalición internacional; una unidad de operaciones especiales de un máximo de 96 efectivos que se desplegará en el sur de Iraq para entrenamiento de fuerzas iraquíes; otros 95 militares que adiestrarán, probablemente en Tallil (Nasariyah) a fuerzas iraquíes en desactivación de explosivos; y otros 90 se encargarán de las tareas de mando, control, inteligencia y protección de la fuerza.
Morenés remarcó que la participación española se “desarrollará en y para Iraq” y “bajo la legitimidad de solicitud expresa” de Iraq al secretario general de ONU.
Además, España permitirá la utilización de las bases de Morón de la Frontera (Sevilla) y Rota (Cádiz) para el uso de los aviones de la coalición internacional que actúa contra el EI.
El titular de Defensa indicó que es la “quinta vez” que pide autorización a la Cámara para enviar militares en el exterior. Con esta, añadió, serán once las misiones en el exterior en las que ha participado España, lo cual supone el compromiso “adquirido con el mantenimiento e imposición de la paz”.
El titular de Defensa remarcó que Iraq es “un país que todavía no está estabilizado tras el conflicto en 2003”, porque se “ha retirado apoyo militar demasiado pronto”. Iraq ahora se enfrenta a “problemas que les pueden costar hasta su propia existencia”. Por ello, esta misión se ampara, remarcó, en la expresa solitud de Iraq de ayuda a la comunidad internacional.
Respecto al Estado Islámico dijo que es un “enemigo no débil” porque tienen un mínimo de 30.000 combatientes de los que 12.000 son extranjeros, y poseen además gran artillería y material en las zonas norte y centro gracias a la “rapiña y saqueo”.
Este grupo terrorista, dijo, supone una cuádruple amenaza: ahondará en la desestabilización en Iraq, Siria y Oriente Próximo y Medio, una de las reservas energéticas del planeta; sigue extendiendo su ideología y métodos terroristas; abundan los ciudadanos occidentales en sus filas, lo que preocupa porque pueden atentar en sus países de origen; y además de “delirante” sus ideas suponen una “amenaza directa” contra España.
El Ejecutivo acudió a la Cámara para solicitar, con carácter previo al envío, la autorización parlamentaria en cumplimiento de lo previsto en el artículo 4.2 de la Ley Orgánica de la Defensa Nacional, de 2005.
APOYO
Por parte del PSOE, el portavoz en Defensa, Diego López Garrido, reclamó al ministro más detalles de la misión y de la labor que realizarán allí los militares. No obstante, anunció el voto favorable de su partido porque se trata de una operación “legal” frente a la anterior participación española en Iraq, en tiempos del Gobierno de José María Aznar.
El portavoz de CiU en la materia, Jordi Xuclá, señaló que la participación es un apoyo a la reconstrucción de un Iraq impedido de su integridad que trae “causa de errores pasados”. El diputado catalán destacó que esta misión “nada tiene que ver con la de hace diez años, aquella fue ilegítima”.
Desde UPyD, Irene Lozano, aseguró que “no es metafórico” que este terrorismo afecta a los intereses nacionales y por ello, “están en juego allí, además la solución del terrorismo internacional”. “Típica guerra que sabemos cómo empieza pero no como acaba”, abogó por “ser más generosos” y enviar un contingente mayor.
El diputado del PNV, Aitor Esteban, dijo que se trata de un “esfuerzo medido” y que se vaya a “zona seguro” y reclamó aportaciones de material tanto a las milicias kurdas como al ejército iraquí.
CONTRARIOS
Desde la Izquierda Plural, Joan Josep Nuet, dijo que es “necesario eliminar cualquier condescendencia” con los grupos que antes Occidente llamaban “rebeldes moderados y ahora son terroristas más peligrosos que Al Qaeda”.
La diputada del BNG Rosana Pérez, manifestó su contrariedad al envío de tropas a Iraq porque no quieren participar en otra guerra.
Dentro del Grupo Mixto, Jon Iñarritu (Amaiur), manifestó que no se opondrán ni respaldarán el envío de tropas a Iraq, y por ello no participaron en la votación por “solidaridad con el pueblo hermano kurdo”. Reclamó que se priorice la ayuda humanitaria.
El debate lo cerró la diputada popular Beatriz Rodríguez-Salmones, quien repasó la peligrosidad del Estado Islámico, y dijo que “ojalá no sea demasiado tarde”.

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