(ampliación) zapatero apela a un “principio humanitario” en el congreso para intervenir en libia


El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, apeló este maartes a un "principio humanitario", el de protección de la población de Libia, al pedir la autorización del Parlamento para la participación de España en la operación militar internacional.

La razón por la que se ha intervenido en Libia, dijo Zapatero ante el Pleno del Congreso de los Diputados, es un "principio humanitario", la defensa de los ciudadanos de los ataques de su propio ejército.
El presidente precisó ante los parlamentarios que la operación "no incluye la ocupación del territorio libio".
Precisó también que la resolución de la ONU "no pretendía" la expulsión de Gadafi sino advertirle de que la comunidad internacional estaba dispuesta a usar la fuerza en caso de que él no renunciara a seguir atacando a su población.
Hasta ahora "ha surtido efecto, al menos parcialmente", ya que “se han detenido” los ataques indiscriminados de las fuerzas libias a la población y se ha detectado “repliegue” de los militares libios.
Sin embargo, el mensaje de la comunidad internacional a Gadafi sigue siendo “que mientras exista riesgo” de que esos ataques se reanuden, “se aplicará la fuerza necesaria para impedirlo”.
Por ese motivo, el Gobierno ha sido “prudente” al pedir la autorización del Parlamento para la participación de España en la operación, un mes para el control y la garantía de la zona de exclusión aérea, y tres meses para asegurar el embargo de armas.
Si las necesidades de la operación exigiesen una prórroga de la participación de España, aseguró, el Gobierno acudirá de nuevo al Parlamento para pedir la autorización.
El presidente pidió la autorización sobre la base de que “se dan las condiciones legales y políticas necesarias para que España asuma sus responsabilidades como mienbro de la comunidad internacional y de Naciones Unidas”.
Además, se cumplen “las cuatro condiciones” señaladas por el propio Gobierno: una resolución de la ONU que autoriza el uso de la fuerza, un acuerdo europeo, la complicidad regional y la autorización del Parlamento, que dio por hecho a partir de los contactos con los portavoces previos a la sesión de este martes.
Rodríguez Zapatero reconoció que la operación supone para España un “importante despliegue de medios” tanto por las capacidades que aportan como por los efectivos movilizados, unos 500, y aprovechó ese dato para reconocer la rapidez de acción de las Fuerzas Armadas, muestra de su “alto grado de preparación y disponibilidad” en caso de crisis o amenaza.
Para el presidente del Gobierno, con la resolución de la ONU la comunidad internacional “ha sabido estar a la altura de sus responsabilidades” ante unos hechos “dramáticos”, y se mostró por ello convencido de que “sale reforzada” por esa decisión.
Los ataques de las fuerzas libias a su población, subrayó, supuso la “excepción” a la “primavera árabe” iniciada con ejemplos de “valentía y espíritu cívico” de los ciudadanos tunecinos o egipcios, y suscitó por ello la respuesta inmediata de la Unión Europea y los llamamientos a la ONU, también por parte de la Liga Árabe.

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