Así cazó la Guardia Civil a Ahmed Chelh, el presunto asesino de la joven Eva Blanco

    • Los avances tecnológicos en el análisis del ADN hallado en el cuerpo de la joven permitió buscar como sospechoso a un perfil norteafricano y se llegó a él a través de su hermano.
    • "La Guardia Civil nunca olvida un caso", ha dicho el ministro del Interior, Jorge Fernández, en su felicitación a los investigadores.
La Guardia Civil consigue encontrar al presunto asesino de Eva Blanco 18 años después del crimen
La Guardia Civil consigue encontrar al presunto asesino de Eva Blanco 18 años después del crimen

Paciencia e insistencia han sido las claves del equipo de la Guardia Civil, que aprovechando los últimos avances en materia de análisis genéticos, ha logrado dar con Ahmed Chelh,presunto asesino de la joven Eva Blanco, 18 años después del crimen.

Tras seguir las pistas más de cien líneas de investigación, difundir retratos robots de sospechosos y peinar inicialmente el círculo más cercano de la víctima (amigos familiares y conocidos), la falta de resultados llevó al Grupo de Homicidios del Instituto Armado a buscar nuevas vías.

Por ello hace dos años la Guardia Civil pidió al Instituto de Ciencias Forenses de la Facultad de Medicina de la Universidad de Santiago de Compostela un nuevo estudio de la muestra genética hallada en el cadáver de Eva Blanco, tras aquella noche lluviosa de su asesinato.

Eva Blanco era una chica de 16 años que vivía en Algete (Madrid), y decidió salir con su pandilla de amigos un funesto 19 de abril de 1997. Poco después de la medianoche se despidió de los amigos y emprendió el regreso a casa, que quedaba a un par de kilómetros del lugar de la reunión. Aunque una amiga la acompañó un tramo, después siguió sola. Nadie volvió a verla con vida. Los investigadores creían que la joven se tuvo que subir al coche de su asesino.

El cuerpo sin vida de la joven apareció con múltiples signos de violencia en su cuerpo y una veintena puñaladas repartidas por la nuca, el cuello y la espalda. Estaba tirada en una cuneta en un paraje denominado Las Pesqueras y la autopsia determinó que había sido previamente violada. En su cuerpo había semen del que se extrajo el perfil de ADN, pero sin un sospechoso con el que cotejarlo, de poco servía.

En 1999, un grupo de 2.013 personas, en su mayoría vecinos de Algete, se ofrecieron voluntarios ante la Guardia Civil para someterse a un análisis de ADN. Ninguno dio positivo. El caso seguía sin respuesta y el tiempo corría en contra de los investigadores ya que en 2017 habría expirado el plazo que establece la Ley para la prescripción de este tipo de delitos.

Pero en enero de 2014 la Universidad de Santiago de Compostela remitió a la Guardia Civil sus resultados con un dato fundamental: el ADN hallado en el cadáver de Eva Blanco pertenecía a un varón de origen norteafricano.

Este jueves la Gendarmería francesa y la Guardia Civil arrestaban en la localidad gala de Pierrefontaine Les Varans a Ahmed Chelh, un varón de nacionalidad española pero nacido en Marruecos que en el momento del crimen tenía 34 años.

Había abandonado España en 1999 y se había establecido en la citada localidad francesa donde se había casado, tenido hijos y se dedicaba a la construcción.

El hilo que unió la pista del perfil genético y el crimen fue el padrón de Algete, que permitió reducir a 200 los nombres de varones de origen norteafricanoresidentes en la localidad madrileña entre 1995 y 1999, que fue el margen que establecieron los investigadores.

Desde ese momento comenzó una contrarreloj para dar con el paradero de esos hombres, hasta que a principios de septiembre hallaron a una persona cuyo perfil genético coincidía en parte con la muestra del criminal. Se trataba del hermano del presunto asesino.

Todas las pesquisas se centraron ya en esta persona y su círculo familiar. Una vez localizados a todos sus parientes por línea descendente paterna, y tras localizar a otro de los hermanos, las investigaciones se centraron en el varón residente en la localidad francesa de Pierrefontaine Les Varans, que había salido de España en el año 1999.

Así consiguió la Guardia Civil dar por cerrado un caso 18 años después. "La Guardia Civil nunca olvida un caso", ha dicho el ministro del Interior, Jorge Fernández, en su felicitación a los investigadores.

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