Madrid, 4 abr.- A sólo 1.000 días de alcanzar el plazo para cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, pidieron hoy acelerar las acciones encaminadas a resolver problemas como el hambre y la desnutrición.
Ambos mandatarios clausuraron hoy en Madrid la Reunión de Alto Nivel sobre Hambre, Seguridad Alimentaria y Nutrición, cuyo objetivo es dar un nuevo aliento a esa iniciativa en los 1.000 días que quedan antes de que expire y reflexionar sobre la nueva estrategia a partir de 2015.
Ban Ki-moon reconoció que "no es fácil eliminar el hambre" y que queda "muchísimo por hacer", por lo que hizo un llamamiento a los Gobiernos para "acelerar las acciones" y conseguir "un mundo mejor para todos y un futuro libre de hambre, necesidad, pobreza y malnutrición".
"El hambre y la malnutrición pueden ser eliminados con buenas políticas e inversiones", afirmó el secretario general de la ONU, que se ha mostrado convencido de que, de esta manera, "en solo una generación" se pueden alcanzar mejoras.
Por su parte, Rajoy recordó que en la actualidad más de 850 millones de personas padecen hambre y desnutrición en el mundo -el 12,5 por ciento de la población- un porcentaje que los países que han suscrito los ODM quieren reducir a la mitad de cara a 2015.
"Nos encontramos en la recta final para alcanzar los Objetivos", recalcó Rajoy, quien afirmó que, a pesar de que se han logrado "importantes" avances, "queda mucho camino por recorrer y solo 1.000 días para hacerlo".
La ayuda al desarrollo no es "sólo un acto de generosidad" sino que también es una "inversión solidaria y de futuro" porque "lo que está en juego es el bienestar global", dijo Rajoy quien se comprometió a aumentar la dotación de España a esta partida "en cuanto la situación lo permita", al referirse a la crisis económica que atraviesa el país.
El presidente del Gobierno, no obstante, ha reiterado el compromiso de España con los países de renta media en los que viven el 70 por ciento de los pobres, ya que muchos donantes están abandonando sus ayudas.
Ban Ki-moon, de 68 años, explicó que él fue "uno de tantos jóvenes que vivía con hambre en Corea", donde 4 de cada 5 personas trabajaban en el campo, aunque la mayoría no eran dueños de las tierras que labraban.
En esos años -explicó- la ONU ayudó al país y las pequeñas familias consiguieron sus tierras, y "más que subsistir, contribuyeron a la riqueza del país".
Así, pidió que las acciones de los gobernantes se centren en los minifundistas y en alimentar mejor a mujeres y niños, y recordó el compromiso de los participantes en el foro con "las familias del mundo".
Ban Ki-moon instó a "aprovechar estos mil días que tenemos por delante" y recordó la importancia de esta reunión para definir una agenda para los años posteriores a 2015 y cuyas conclusiones se incluirán en un informe que el secretario general de la ONU presentará en septiembre.
"No basta con sacar a hombres y mujeres de la pobreza, debemos aspirar a darle oportunidades. No basta con darles un presente, debemos aspirar darles un futuro", declaró.
Tras la clausura de la Reunión de Alto Nivel, el secretario general de la ONU mantuvo un encuentro distendido con unos 15 jóvenes a los que pidió que contribuyan a alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).
"Cuento con vosotros", dijo al subrayar que los ODM ha sido la iniciativa "más exitosa de la historia de la humanidad para eliminar la pobreza", y recordó "la ONU está liderando" este "empujón antipobreza".
Este viernes y el sábado, se celebrará en Madrid la reunión formal de la Junta de Jefes Ejecutivos de las agencias de la ONU.
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