Naciones Unidas.- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, exigió hoy al gobernante marfileño Laurent Gbagbo que "ceda de inmediato el poder" al presidente electo, Alassane Ouattara, al tiempo que pidió a las partes que eviten las "venganzas".
Ban "pide al expresidente Laurent Gbagbo que ceda el poder de inmediato al presidente Ouattara para iniciar la plena transición de las instituciones del estado a las legítimas autoridades", señaló la ONU mediante un comunicado de prensa.
La petición del máximo responsable de la ONU, que hoy se encuentra en Kenia, donde presentó un informe sobre la evolución del virus VIH-sida, se produce poco después de que el vencedor de las presidenciales marfileñas de noviembre pasado, Ouattara, diera un ultimátum a Gbagbo para abandonar el poder y evitar "un baño de sangre" en Abiyán.
"Costa de Marfil es una e indivisible. Gbagbo tiene unas horas para partir, si no habrá una marcha sobre Abiyán y será más complicado para él", afirmó el primer ministro del Gobierno de Ouattara, Guillaume Soro, en una entrevista con una cadena francesa de televisión.
Ban "insta a todos a ejercer la máxima contención y a evitar las venganzas, y a que en todos ellos prime el interés de la nación por encima de cualquier otra cosa".
El máximo responsable de la ONU dijo también que "sigue de cerca" el desarrollo de los acontecimientos en el país africano y se mostró preocupado por el aumento de la violencia, por lo que urgió "a todas las partes que asuman su responsabilidad y eviten perjudicar a la población civil".
La organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) señaló este jueves que Abiyán, la capital marfileña, está "al borde del desastre" y vive en una situación de "caos total", por lo que alertó a la comunidad internacional de que allí se podrían producir "violaciones masivas" de los derechos humanos.
Precisamente Ban pidió a las partes que cooperen con la misión de la ONU en Costa de Marfil (UNOCI), que tiene el mandato de proteger a los civiles y que el miércoles recibió el respaldo del Consejo de Seguridad al aprobar por unanimidad una resolución en la que le autoriza a adoptar "todas los medios necesarios" para defenderles.
Ese documento subraya el "pleno apoyo" del consejo a ONUCI, a la que autoriza también a impedir la utilización de armamento pesado contra ellos.
Ban reiteró también, según la oficina de prensa de la ONU, en que "todos los responsables de incitar, orquestar o cometer violaciones de los derechos humanos serán responsables antes la ley internacional".
Algunos países ya han señalado que el Tribunal Penal Internacional (TPI) debería de abrir una investigación sobre las violaciones de los derechos humanos ocurridas en Costa de Marfil, desde que se desencadenase la crisis política tras las elecciones presidenciales de noviembre pasado y Gbagbo se negase a abandonar el poder.
El secretario general de la ONU igualmente mostró preocupación por la situación humanitaria que viven muchos desplazados de sus hogares por la violencia, bien en el mismo Costa de Marfil o en la vecina Liberia.
Apeló también a que se permita el inmediato acceso de la asistencia humanitaria internacional a las poblaciones necesitadas, y a que la comunidad internacional aporte los recursos necesarios para afrontar la emergencia.
La Misión de la ONU en Costa de Marfil cuenta con un total de 9.024 uniformados, de los que 7.578 son "cascos azules", 176 son observadores militares y 1.270 policías, a los que se suman 389 desplazados civiles internacionales, 737 empleados locales y 255 voluntarios, procedentes todos ellos de una cincuentena de países.
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