Naciones Unidas, 20 feb.- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió hoy reforzar urgentemente la presencia internacional en la República Centroafricana con al menos 3.000 soldados y policías más para frenar la catástrofe que vive el país.
La propuesta es el primer punto de un plan de seis acciones presentado hoy por Ban al Consejo de Seguridad de la ONU para contener la crisis y proteger a la población civil en la República Centroafricana, que sufre una espiral de violencia protagonizada por milicias musulmanas y cristianas desde el pasado diciembre.
El diplomático dijo que los nuevos militares y policías deberán estar en la República Centroafricana "en los próximos días y semanas" para apoyar a las tropas francesas y africanas que hay sobre el terreno, que consideró al día de hoy insuficientes para responder a la situación.
"Dada la escala y la amplitud geográfica de la violencia, las necesidades de seguridad exceden con mucho las capacidades del número de tropas internacionales desplegadas. En lugares donde no hay tropas internacionales, la opción para muchos civiles es huir o ser asesinados", alertó.
Ban subrayó por ello la importancia de que se dote a los nuevos equipos de medios de transporte aéreo para poder operar en todo el territorio del país.
Además, dejó claro que el aumento del número de soldados ya anunciado por Francia, la misión que desplegará la Unión Europea y la intención de la Unión Africana de reforzar la suya no son suficientes.
"Agradezco estos compromisos, pero se necesitan más, rápido, y la comunidad internacional en sentido amplio debe compartir la carga", señaló el secretario general de la ONU.
Ban recomendó además unificar el mando de todas las tropas internacionales que operan en la República Centroafricana y asegurar que estas se concentran en las prioridades más urgentes.
También pidió apoyo logístico y financiero para las fuerzas africanas que se unan a la operación.
El secretario general abogó por convertir la actual misión africana en una operación de paz de la ONU, pero recordó que de producirse, ese proceso necesitará meses.
Al mismo tiempo, llamó a aumentar el apoyo al Gobierno centroafricano para que pueda recuperar capacidades mínimas y a reunir más fondos para ayuda humanitaria.
"Civiles inocentes están siendo asesinados en grandes números. Estás víctimas no son los llamados 'daños colaterales' de la lucha entre grupos rebeldes. Están siendo asesinados a propósito, por sus creencias religiosas por la comunidad a la que pertenecen", subrayó.
Actualmente, la Unión Africana tiene a unos 6.000 hombres en el terreno para tratar de proteger a la población, apoyados por un contingente francés que tiene previsto aumentar hasta los 2.000.
La Unión Europea, por su parte, tiene previsto enviar a entre 500 y 1.000 personas, las primeras de las cuáles deberían estar operativas a primeros de marzo.
La crisis en la República Centroafricana se ha recrudecido en las últimas semanas, tras meses de enfrentamientos entre milicias cristianas y musulmanas.
La capital, Bangui, fue tomada el pasado 24 de marzo por la entonces coalición rebelde Séléka, que asumió el poder en el país tras la huida del derrocado presidente François Bozizé.
La coalición Séléka, compuesta por cuatro grupos rebeldes, se alzó en armas en el norte del país en diciembre de 2012 al considerar que Bozizé no había respetado unos acuerdos de paz firmados en 2007.
Sin embargo, estos rebeldes son de confesión musulmana, frente a una población mayoritariamente católica, por lo que el conflicto ha adquirido tintes sectarios y religiosos.
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