Bárcenas dice que había caja B en todas las provincias para

San Fernando de Henares (Madrid), 10 abr.- El extesorero del PP Luis Bárcenas ha asegurado hoy al juez Pablo Ruz que el partido no solo tenía una caja B a nivel nacional, sino que había contabilidades paralelas en todas las provincias y regiones españolas que recogían donativos para financiar gastos electorales.

Bárcenas, que ha sido trasladado a la Audiencia Nacional desde la cárcel de Soto del Real en un furgón de la Guardia Civil, ha declarado hoy por quinta vez ante el juez desde que en enero de 2013 se descubrió su fortuna en Suiza, una comparecencia que se ha extendido durante unas cinco horas y a la que ha seguido la de su esposa, Rosalía Iglesias.

El extesorero se ha ratificado en la última declaración que prestó el 15 de julio tras ingresar en prisión, insistiendo en que la caja B existía, que la controlaban él y Álvaro Lapuerta (tesorero en los años en que Bárcenas era gerente), la supervisaban los secretarios generales del partido y de la que estaban al tanto sus presidentes, han informado fuentes presentes en el interrogatorio.

A preguntas de las fiscales del caso Gürtel, Bárcenas ha asegurado que las contabilidades paralelas en todas las regiones existían al menos desde 1990, cuando heredó la caja B nacional de manos del extesorero Rosendo Naseiro, y ha especificado que le consta, al menos, que esa práctica existía en las localidades madrileñas de Majadahonda, Pozuelo de Alarcón y Las Rozas.

Sin embargo, ha dicho desconocer las cantidades que se manejaban y el funcionamiento de recogida de la financiación, ya que ha señalado que no era él, sino los tesoreros regionales, quienes controlaban esas contabilidades, y ha añadido que esta era una práctica habitual en todos los partidos.

Se ha referido en concreto a Francisco Álvarez Cascos, del que ha dicho que controlaba y supervisaba las cuentas opacas y también a Ángel Acebes que, según Bárcenas, le encargó financiar con dinero B a Libertad Digital mediante la compra de acciones de ese medio de comunicación, han detallado las fuentes.

Su citación respondía a una serie de informes policiales que cuestionan si parte de su fortuna en Suiza, que se llegó a elevar al menos a 48 millones de euros, pudiera proceder de la contabilidad B, extremo que Bárcenas ha negado alegando que ese dinero tiene su origen en inversiones en bolsa e inmobiliarias y ventas de cuadros.

Sobre la reforma de la sede del PP en la madrileña calle Génova, que se investiga por un posible delito fiscal, ha manifestado que es cierto que buena parte de ella se pagó en negro, lo que le suponía al arquitecto imputado Gonzalo Urquijo no pagar impuestos y a cambio de lo que se le pidió que les hiciera un descuento del 8 por ciento.

El extesorero ha contradicho la versión de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, de que en verano de 2009 Bárcenas dejó su puesto como tesorero del PP y que ella le revocó entonces todos los poderes, ya que, según ha sostenido, no fue hasta marzo de 2010 cuando dejó de poder firmar en representación del partido.

También ha afirmado que el secretario general del PP de La Rioja, Carlos Cuevas, le pidió en 2008 que le ayudara a blanquear 200.000 euros que recaudó el partido regional en donativos, mediante una operación por la que se enviaron de la formación provincial a la nacional y luego de vuelta a La Rioja para financiar la reforma de la sede en Logroño.

Según las fuentes, durante toda la declaración Bárcenas ha intentado exculpar del manejo del dinero familiar a su mujer, Rosalía Iglesias, quien ha comparecido casi dos horas para dar explicaciones sobre los ingresos que aparecen en cuentas a su nombre.

La mujer ha llegado por la tarde a la sede de la Audiencia de San Fernando de Henares en un coche conducido por un chófer y, como ya hizo en una declaración anterior, se ha desvinculado de la economía familiar, que llevaba en exclusiva su marido, ha dicho.

Iglesias ha declarado que ella se limitaba a firmar sin mirar lo que Bárcenas le entregaba y se ha quejado ante el juez de que no llega a fin de mes porque tan solo posee 300 euros para sus gastos personales después del embargo de sus cuentas decretado por Ruz. EFE

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