Casa Blanca endurece su mensaje contra demócratas que apoyan nuevas sanciones

  • La Casa Blanca endureció hoy su mensaje contra los legisladores demócratas partidarios de ampliar las sanciones económicas a Irán, después de conocerse que una ley en este sentido está a punto de reunir el apoyo necesario para ser aprobada en el Senado.

Washington, 11 ene.- La Casa Blanca endureció hoy su mensaje contra los legisladores demócratas partidarios de ampliar las sanciones económicas a Irán, después de conocerse que una ley en este sentido está a punto de reunir el apoyo necesario para ser aprobada en el Senado.

"Si ciertos miembros del Congreso quieren que EE.UU. tome acciones militares, deben salir frente al pueblo estadounidense y decirlo. Sino, no está claro por qué un miembro del Congreso apoyaría una ley que tal vez cierra la puerta de la diplomacia y hace más probable que EE.UU. tenga que elegir entre opciones militares o permitir que Irán siga con su programa nuclear", afirmó la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional Bernadette Meehan.

Esta declaración fue enviada a un grupo de medios estadounidenses horas después de conocerse que los dos senadores que promovieron un proyecto de ley para ampliar las sanciones económicas a Irán están a punto de reunir el apoyo necesario para aprobarlo, pese al acuerdo con el Grupo 5+1 de no imponer nuevas restricciones a Teherán mientras duren las negociaciones nucleares.

El proyecto impulsado por el senador demócrata Robert Menéndez y el republicano Mark Kirk ha logrado esta semana el respaldo de 59 legisladores, lo que lo sitúa a un voto de lograr los 60 necesarios para ser aprobado en la Cámara Alta, informó hoy el diario Politico.

Pese a que la Casa Blanca ha amenazado con vetar esta ley, los senadores podrían sortear ese veto si logran aprobar el proyecto con 67 votos a favor, un objetivo que no queda muy lejos.

Tampoco parece improbable que la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, apruebe por mayoría su propia versión del texto.

El plan de sanciones afectaría a varios sectores industriales iraníes e impediría el acceso al sistema financiero estadounidense a las compañías que ayuden a Teherán en la exportación de petróleo.

No obstante, sólo entraría en vigor si el Gobierno iraní viola el acuerdo preliminar alcanzado en noviembre con el 5+1 (EE.UU., Rusia, Francia, Reino Unido, China y Alemania) o si transcurren los seis meses establecidos para las negociaciones sin llegar a un pacto definitivo sobre su programa nuclear.

La Casa Blanca teme que la aprobación de dicho plan de sanciones ponga en peligro la negociación, que el jueves registró un avance al solventarse en Ginebra los desacuerdos pendientes para poder poner en práctica el pacto preliminar alcanzado en noviembre.

"Seguimos en contacto con miembros del Congreso, y hemos dejado muy claro que nos oponemos rotundamente a esa legislación", dijo el jueves el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.

El Gobierno de Barack Obama argumenta que, en caso de que Irán rompiera su compromiso con el 5+1, "el Congreso tendría capacidad de actuar muy rápidamente para imponer nuevas sanciones", explicó Carney.

EE.UU. y la Unión Europea (UE) acusan a Teherán de tratar de desarrollar armas atómicas, lo que ha llevado a imponer duras sanciones internacionales a la República Islámica, que rechaza esta acusación y reclama su derecho a desarrollar un programa nuclear con fines pacíficos.

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