Castells admite errores ante la juez pero descarga responsabilidades en Turu

  • Barcelona.- El conseller de Economía, Antoni Castells, ha admitido hoy ante la juez que la Generalitat cometió errores en la tramitación del proyecto del Hotel del Palau de la Música, aunque siempre defendió el interés público, y ha descargado la responsabilidad en la directora de Patrimonio, Immaculada Turu.

Castells llega al juzgado para testificar por su papel en el proyecto del hotel
Castells llega al juzgado para testificar por su papel en el proyecto del hotel

Barcelona.- El conseller de Economía, Antoni Castells, ha admitido hoy ante la juez que la Generalitat cometió errores en la tramitación del proyecto del Hotel del Palau de la Música, aunque siempre defendió el interés público, y ha descargado la responsabilidad en la directora de Patrimonio, Immaculada Turu.

Según han informado a Efe fuentes judiciales, durante su declaración como testigo, que se ha prolongado durante hora y cuarto, el conseller ha defendido que el convenio que firmó con Fèlix Millet en marzo de 2007 para la construcción del hotel era de interés para la ciudad y el Palau y ha negado con contundencia que se dejara influir por el ex responsable de la entidad musical.

Castells ha acudido al juzgado acompañado de la cúpula de su departamento, así como por miembros de los servicios de la Generalitat, entre ellos su máximo responsable, aunque, al tratarse de un testigo, no han podido intervenir.

A preguntas de la Fiscalía, el titular de Economía ha acabado reconociendo ante la juez algunos errores en la tramitación de las recalificaciones urbanísticas que debían facilitar la construcción del hotel.

El conseller, no obstante, se ha escudado en que él se limitó a firmar el convenio con Millet, pero que este documento no era más que un acuerdo de intenciones que necesitaba un desarrollo ejecutivo posterior, del que ha responsabilizado a la directora general de Patrimonio, Immaculada Turu.

Castells ha insistido en que él no es el responsable del seguimiento del convenio y, entre otras cuestiones, se desentendió del hecho de que la tramitación urbanística para la construcción del hotel comportara la descatalogación de tres fincas anexas al Palau que están protegidas por su interés cultural, a lo que se opuso el Departamento de Cultura.

De todas formas, el conseller ha sostenido que los informes jurídicos y económicos previos a la firma del convenio no eran preceptivos -como afirma la Fiscalía- porque, al tratarse de un simple protocolo de intenciones, no comportaba obligaciones para la Generalitat, ni era necesario que el acuerdo con Fèlix Millet fuera sometido a la aprobación del Consell de Govern.

Según el conseller, el proyecto de construir un hotel de lujo junto al Palau de la Música surgió en el año 1987, y quien lo impulsó fue el entonces secretario general de Presidencia Ramon García-Bragado -posteriormente teniente de alcalde de urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona-.

Antoni Castells ha añadido que desconocía que el Palau de la Música había cedido a un tercero el proyecto de construcción del hotel, pero ha puntualizado que ese traspaso no cambiaba la situación, porque la Generalitat tenía garantizada su compensación económica independientemente de quien fuera el explotador.

Respecto al hecho de que el convenio con Millet no cuantificara específicamente la compensación a recibir por la Generalitat por la permuta, Castells ha alegado que la indemnización estaba perfectamente garantizada, dado que incluso establecía un mínimo a percibir.

Además, ha justificado que el acuerdo no especificara la cifra, sino que se limitara a establecer una tabla con porcentajes en función del valor del solar objeto de la permuta, con el argumento de que de, esa forma, quedaban protegidos los intereses económicos de la Generalitat en caso de que en el futuro se disparara el precio del suelo.

Respecto a la comisión que el convenio preveía para el Palau de la Música, y que Millet cuantificó finalmente en 3,6 millones de euros, el conseller ha defendido su legalidad por considerar que esa participación económica correspondía a la entidad musical como promotora del proyecto.

Durante la declaración, al conseller se le ha exhibido una carta -aportada por la Generalitat al juzgado- que Millet envió a Castells en abril de 2005 para tratar, entre otras cuestiones, de la construcción del hotel.

El cualquier caso, el conseller ha mantenido categóricamente que en ningún caso interpretó esa carta como una presión y ha insistido en que nunca se ha dejado influir por la relevancia pública y social de Fèlix Millet.

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