Cataluña. Ciu y erc escenifican su unión presentando conjuntamente sus resoluciones en el debate de política general


La portavoz adjunta de CiU en el Parlamento catalán, María Mercè Jou, resaltó hoy que su grupo y ERC, "una vez más", han sido capaces de aparcar sus discrepancias en aras de la unión, al ser "capaces de presentar conjuntamente" sus propuestas de resolución en el Debate de Política General.
En su intervención en el debate de las propuestas, Jou puso en conexión esta presentación conjunta con la unión de los ciudadanos catalanes en la manifestación de la Diada, aparcando sus opiniones propias por "la fuerza de la unidad y el consenso".
Lo hizo un día después de que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, dijera que "no es el momento" de que ERC entre efectivamente en el Gobierno, tal como le propuso el líder de los republicanos, Oriol Junqueras. Esto se interpretó como una confirmación de sus discrepancias acerca de si se ha de convocar la consulta soberanista aunque la suspenda el Tribunal Constitucional o no.
Todas estas propuestas conjuntas de CiU y ERC, como socios de gobierno que son según su pacto postelectoral, se referían a temas económicos, sociales y culturales, porque la que insta a Mas a celebrar la consulta del 9 de noviembre la firmaron además los grupos de ICV y Mixto (CUP). El PP pidió que esta propuesta no se sometiera a votación, por pedir una cosa ilegal, pero la Mesa lo rechazó.
Jou quiso subrayar que la temática de estas propuestas demuestra que ambos grupos se preocupan por gobernar y no sólo por el soberanismo. No obstante, acerca de este último asunto insistió en la necesidad de preguntar a los ciudadanos por su futuro para no incurrir en un despotismo ilustrado y negó que haya enfrentamiento con los españoles, sino sólo con el Gobierno español.
Desde ERC, Marta Rovira proclamó que la ley de consultas que se aprobará el viernes dará un soporte "legal" a la del 9 de noviembre, a mayores del mandato popular, pidió "firmeza y astucia", alegó que los nacionalistas no han "intentao todo" para hacerla de acuerdo con el Gobierno y aseguró que el derecho a decidir es "la expresión colectiva de la libertad individual".
Por el PSC, Mauricio Lucena se mostró convencido de que Mas mantendrá su promesa de no sacar a Cataluña del Estado de Derecho, alertó de las consecuencias que tendrá la alternativa y reiteró lo ya expuesto ayer por el primer secretario de los socialistas, Miquel Iceta, de que la consulta al pueblo catalán es necesaria pero que es mejor negociarla y no autoimponerse "la liturgia del 14" para hacerla coincidir con el tricentenario de la toma de Barcelona en la Guerra de Sucesión.
El diputado no adscrito Joan Ignasi Elena, desgajado del PSC, dijo que defender el derecho a decidir no obedece a motivos identitarios sino que significa estar junto a la mayoría de los ciudadanos catalanes, que, remarcó, "es donde siempre ha estado el PSC".
"RUMBO DE COLISIÓN"
En nombre del PP, Enric Milló echó en cara a Mas que no haya querido dialogar y haya dado una "respuesta desleal" a la "oferta leal" que le trasladó al respecto el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y dijo que la consulta es una coartada para lograr el objetivo prefijado de la secesión. Finalmente, advirtió de que el "rumbo de colisión" que ha adoptado "acabará en las rocas".
Desde Ciutadans, Inés Arrimadas recriminó la priorización de la consulta y el descuido del resto de áreas de gestión, a las que su grupo dedicó la totalidad de sus propuestas de resolución. También espetó a los diputados de CiU que ni la estelada más grande podrá tapar la corrupción de su partido.
Joan Mena, de ICV, prometió que su grupo se mantendrá hasta el final en la unidad por el 9 de noviembre, pero insistió en la necesidad de que la Cataluña libre se acompañe de una Cataluña justa y una Cataluña limpia. Aseguró que a su grupo le gusta la España de Antonio Machado, Federico García Lorca, la Gran Vía y el barrio burgalés de Gamonal, por lo que negó cualquier hispanofobia, pero tachó de democratafobia al PP.
Finalmente, Isabel Bayet, de la CUP, defendió la propuesta de resolución de su grupo que pide expresamente la consulta diga lo que diga el Tribunal Constitucional y reivindicó la desobediencia como motor de los avances sociales, así que apostó por no dar un paso atrás y, cuando llegue la suspensión del TC, reunir otra vez al Parlamento en un pleno extraordinario que inicie un proceso constituyente del nuevo Estado.
CiU e ICV ya adelantaron su posición de no apoyar esta última propuesta: Mena dijo que "no es el momento" de hacer propuestas distintas a la unitaria y Jou que "no es bueno adelantar acontecimientos".

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