Cataluña. Rosa díez apura la negociación con pp y psoe hasta el momento de la votación


La portavoz de UPyD en el Congreso de los Diputados, Rosa Díez, quiere apurar hasta el último momento antes de la votación, que se producirá mañana, jueves, la negociación con PP y PSOE sobre su moción para que el Parlamento se pronuncie expresamente contra el proceso soberanista en Cataluña.
El debate de la moción en el Pleno del Congreso se produjo en los términos previstos con la defensa por todos los portavoces de las posiciones que habían expresado durante las horas previas en declaraciones públicas y en explicaciones más discretas.
La portavoz de UPyD, Rosa Díez, defendió la moción, el PP la respaldó, el PSOE expresó el respaldo al primer punto y el rechazo al segundo, y todos los demás que tomaron la palabra (CiU, PNV, ERC e ICV) la acusaron de alimentar la confrontación para buscar “un puñado de votos”.
Tanto PP como PSOE han presentado enmiendas en las que matizan el texto, y al finalizar el debate Rosa Díez pidió expresamente al presidente del Congreso, Jesús Posada, esperar hasta primera hora de la mañana del jueves, es decir, justo antes de la votación, para anunciar si acepta las enmiendas o no.
Desde el entorno de Rosa Díez explicaron a Servimedia que pretende apurar el tiempo disponible para buscar “el mayor consenso posible” antes de comunicar oficialmente a la Mesa si acepta o no las enmiendas. Sin embargo, en su intervención, el portavoz del PP, Antonio Gallego, avanzó que la moción, posiblemente enmendada, será aprobada por “más de trescientos votos”.
En su intervención, Díez insistió en que la iniciativa del Parlamento de Cataluña pidiendo al Estado la competencia para convocar un referendum vulnera la suspensión dictada por el Tribunal Constitucional y, en su contenido, “atenta contra el derecho a decidir de todos los españoles”.
A quienes se muestran “excitados” porque UPyD someta ahora a debate esta moción, les dijo claramente que no son ellos quienes marcan la agenda política y quienes deciden “cómo ni cuando ni dónde se debaten los asuntos que afectan a todos los españoles”.
“Los demás también tenemos algo que decir”, advirtió, sobre todo se pretende negar incluso el derecho de los parlamentarios a pronunciarse sobre algo. Al menos Juan José Ibarretxe, dijo, “se atrevió” a someter su plan a debate en el Congreso, pero “ustedes no se atreven” y pretenden celebrar ese debate cuando cuadre en su “agenda de confrontación”.
“Lo que es de todos, lo decidimos entre todos”, proclamó Rosa Díez, que pidió el voto en aras del interés general, de la democracia, del derecho a decidir entre todos su futuro común y de la autonomía del Parlamento para pronunciarse sobre lo que es de su competencia.
Jose Ignacio Sánchez Amor defendió la enmienda del PSOE para introducir “sensatez, mesura, sentido común e inteligencia política” en el debate sobre un asunto “inflamable”. “Me gustaría ver a UPyD en un espacio diferente al que ya está perfectamente ocupado por el señor Vidal Quadras”, aseguró.
POLÍTICA "Y NO GASOLINA"
El portavoz socialista alertó a Díez de que su discurso “alimenta el secesionismo” porque puede incluso parecer “insultante” para quienes tienen otra visión de la realidad y consideran que UPyD no es la única defensa del principio de igualdad de los ciudadanos. Hace falta política “y no gasolina”, aseguró, rebajar la tensión y no aumentarla, y todo ello es compatible con un uso “inteligente” de los mecanismos jurídicos y políticos, en un asunto que requiere, afirmó, partes iguales de política y de derecho.
Antonio Gallego, del PP, centró su intervención en dejar claro que el Gobierno no permitirá la celebración de un referendum ilegal ni la fragmentación de España, y que defenderá las reglas de convivencia “con toda la fuerza” que le proporciona la Constitución y el Estado de Derecho.
Insistió en alertar de la ilegalidad de la secesión porque “solo con la voluntad de todos se puede cambiar lo que se construyó con la voluntad de todos”, y en subrayar que la democracia no es solo votar sino también respetar las reglas aprobadas por todos los ciudadanos. La autodeterminación “no existe” como derecho en España ni en ningún otro país “avanzado”, aseguró, y ni el “chantaje” ni el “victimismo” son la solución a ningún problema.
Acusó a los independentistas de ocultar a los ciudadanos las consecuencias reales de su propuesta, y reclamó sensatez, lealtad institucional y diálogo democrático sobre una premisa clara: “Cataluña ha sido y es parte de España, y lo seguirá siendo”.
“Basta ya de manipular” con el objetivo de “ganar un puñado de votos”, dijo a Rosa Díez la portavoz de CiU, Montse Surroca, que abogó por dejar a los catalanes expresarse en las urnas para decidir “qué marco de relación quieren con España”.
No se puede reducir el debate a una mera cuestión jurídica, advirtió, y tampoco “ningunear o silenciar” la realidad, y menos aún “amenazar con el peso de la ley” a quienes defienden políticamente una propuesta que obedece al sentimiento de los ciudadanos.
Alfred Bosch, de ERC, alertó a Rosa Díez de que, parafraseando el refrán sobre Santa Rita “la soberanía de Cataluña ni se da ni se quita”, sino que la posee el pueblo de Cataluña, y si alguien pretende que sean todos los españoles los que se pronuncien sobre el futuro de Cataluña, “que alguien lo proponga”.
Bosch aseguró que se niega a aceptar que votar pueda ser ilegal y, en todo caso, es “de sentido común” que habría que anular en caso de colisión, si la ley o el voto. Si el problema de fondo es que se considera ilegal el contenido de la propuesta, entonces preguntó a Díez si su siguiente paso será pedir la ilegalización de los partidos que van “por el mundo” defendiendo el independentismo, algo que apunta un camino “muy peligroso”.
En todo caso, recomendó a Rosa Díez que defienda “la vía escocesa” si lo que quiere es reducir el independentismo, porque actuar de forma “histérica” con la pretensión de “aplastar la voluntad democrática” lo que hace es alimentar el soneranismo.
"GANAR LAS ELECCIONES EN ESPAÑA"
Esa intervención de Bosch fue tildada de “elocuente, simpática, graciosa” por el portavoz del PNV, Emilio Olabarría, que sin embargo le afeó cierta propensión al “histrionismo” que al final cae en la “frivolización” de un debate complejo que requiere reflexiones “un poco más sofisticadas”.
“Todos sabemos a lo que estamos jugando en el fondo”, aseguró, y en el caso de UPyD, del PP y también del PSOE a juzgar por su respaldo a la recuperación del recurso previo de inconstitucionalidad, el objetivo es “ganar las elecciones en España”.
Joan Coscubiela, de ICV, acusó a Díez de construir su discurso sobre la mentira, porque Cataluña ha pedido autorización para convocar un referéndum consultivo que no sustituye a la voluntad de los ciudadanos españoles.
Se preguntó si actúa así porque piensa que como “patriota española” debe salvar a los catalanes de los “excesos” de la democracia; o bien porque el espacio ideológico de la derecha está “muy concurrido”; o bien porque necesita el conflicto para vivir políticamente, igual que los humanos el aire o los buitres la carroña.
Posiblemente sean los tres factores, añadió, y el resultado es que está “tan ansiosa de conflicto” que ni siquiera ha podido esperar a que las fuerzas promotoras de esa iniciativa en Cataluña la somentan “de manera natural” a debate en el Congreso de los Diputados.
Igual que pasa en los canódromos con la libre programada para que los galgos no la alcancen, alertó de que si el PSOE se deja “marcar el terreno” por el PP, a su vez por UPyD y a su vez por VOX o Ciutadans, el resultado es que la agenda política estará marcada por la extrema derecha.

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