China quiere una nueva megalópolis en el norte del país

  • Con la integración de su capital, Pekín, con dos de sus regiones colindantes, China planea crear una de las mayores regiones económicas y áreas metropolitanas del planeta, un gran reto medioambiental y de planificación urbana llamado a impulsar la economía del norte del país.

Xavier Fontdeglòria

Pekín, 30 jun.- Con la integración de su capital, Pekín, con dos de sus regiones colindantes, China planea crear una de las mayores regiones económicas y áreas metropolitanas del planeta, un gran reto medioambiental y de planificación urbana llamado a impulsar la economía del norte del país.

El proyecto, que ya cuenta con el apoyo de la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo -el máximo órgano de planificación económica del país-, propone la unificación de Pekín, Tianjin y Hebei en un área de más de 100 millones de personas y una superficie de casi 216.000 kilómetros cuadrados, el mismo territorio que Grecia y Austria juntas.

La zona se convertirá en el tercer polo de crecimiento más importante del país, después de la zona del delta del río Perla -que incluye las grandes ciudades de la provincia de Cantón y Hong Kong- y del área del delta del río Yangtsé, con los núcleos urbanos de Shanghái y las provincias de su alrededor.

"A pesar de ser la capital, Pekín siempre ha estado por detrás de estas dos zonas en el desarrollo de la empresa privada y sobre todo en el comercio exterior", aseguró a Efe el catedrático de la Facultad de Políticas Públicas de la Universidad de Tsinghua, Yin Chengzhi.

De hecho, y a pesar de que la ciudad de Tianjin cuenta con uno de los mayores puertos del país, las cifras oficiales señalan que a finales de 2012 las exportaciones suponían menos del 15 por ciento del crecimiento económico de la zona, mientras que en ambos deltas la cifra supera el 60 por ciento.

Precisamente para aumentar esta proporción, las autoridades de Pekín presentaron hoy la fusión de las administraciones de aduanas de las tres regiones desde este 1 de julio, lo que reducirá a un día los trámites para la importación y exportación de productos.

"Esta integración permitirá que más de 12.000 negocios solamente en Pekín ahorren dinero y tiempo", aseguró hoy a Efe el subdirector de la oficina de Aduanas de Pekín, Yang Jie, quien confió que a corto plazo "habrá más medidas de integración en otros ámbitos".

Según el rotativo South China Morning Post, el proyecto tiene como principal valedor al propio presidente chino, Xi Jinping.

El mandatario busca convertir la región en una de las palancas de crecimiento económico de la segunda potencia mundial, siguiendo el ejemplo de sus predecesores, Deng Xiaoping y Jiang Zemin, con la industrialización de los deltas del Perla y Yangtsé, respectivamente.

De hecho, Xi pidió en febrero públicamente a los tres gobiernos regionales que "se complementen entre sí, fortalezcan la cooperación trilateral y aceleren la búsqueda de un método integrado de desarrollo sostenido", algo que evidenció su apoyo al proyecto.

Por el momento no se conocen detalles del plan -aún no ha sido aprobado por el Consejo de Estado-, pero la prensa estatal china habla de una inversión de 42 billones de yuanes (unos 7 billones de dólares, 4,8 billones de euros) hasta el año 2020.

El dinero se utilizará para construir unos 9.000 kilómetros de carreteras y líneas ferroviarias, entre otras infraestructuras.

Además de estimular la economía de la zona, las autoridades esperan que la mayor integración impulse el desarrollo de las zonas más pobres -el PIB por cápita de Pekín es de 15.051 dólares mientras que el de Hebei es de 6.251 dólares- y que la nueva región permita "descongestionar" la capital china.

Y es que Pekín ha atraído a millones de personas -muchas desde Hebei- por sus mejores servicios de educación y sanidad.

"Hay que llevar a cabo un proyecto que relaje la presión de la capital, donde la población y los servicios básicos estén más equilibrados y repartidos", aseguró al respecto Yin, que está especializado en planificación y desarrollo urbano.

Al mismo tiempo, las autoridades esperan que la mejora de la red de comunicación y transporte desplace fuera de la capital a centenares de empresas y se solucionen, al menos parcialmente, los problemas endémicos de la mala calidad del aire, el agua y los atascos que sufre diariamente.

"Es un proyecto con muchísimo potencial y, si está bien desarrollado, promoverá el crecimiento de todo el país y cambiará el futuro del norte de China", concluyó el académico.

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