CICR suspende reparto de tiendas en protesta por los obstáculos israelíes

  • El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha decidido suspender temporalmente el reparto de tiendas a los desplazados palestinos que habitan el disputado valle del Jordan, en Cisjordania, en una inusual medida de protesta contra los obstáculos que les pone Israel.

Jerusalén, 7 feb.- El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha decidido suspender temporalmente el reparto de tiendas a los desplazados palestinos que habitan el disputado valle del Jordan, en Cisjordania, en una inusual medida de protesta contra los obstáculos que les pone Israel.

En declaraciones a Efe, el portavoz de la citada organización humanitaria en Jerusalén, Jon Martin Larsen, explicó que el CICR ha transmitido su malestar a las autoridades israelíes y espera poder resolver el problema en breve a través del diálogo.

"Hemos optado por suspender la distribución de tiendas y de otro tipo de materiales que sirven para alojar a personas porque hemos detectado una serie de escollos y confiscaciones repetidas desde 2013", señaló.

Estas confiscaciones se han repetido en media docena de ocasiones en los últimos meses, lo que ha dejado sin asistencia a unas 200 personas, explicó la fuente sobre una medida que el comité nunca antes había adoptado en esta zona.

Larsen quiso aclarar, no obstante, que la organización con sede en Ginebra mantiene su actividad en otras zonas y sigue proveyendo asistencia a centenares de personas en diversos lugares de Cisjordania.

"Continuamos con el reparto de ayuda a la gente cuya casa ha sido demolida, repartiendo productos de higiene, de cocina, colchones y otros enseres", recalcó.

El valle del Jordan se ha convertido en las últimas semanas en uno de los principales puntos de fricción en el acuerdo marco de diálogo que desde el pasado verano promueve el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y que debería estar listo antes de finales de abril.

Israel se resiste a evacuar los asentamientos levantados tras la guerra de 1967 -ilegales según la normativa internacional- y pretende conservar una presencia militar prolongada en esta zona que linda con Jordania, incluso después de un posible acuerdo de paz.

Los palestinos, por su parte, exigen el desmantelamiento de las colonias y la salida gradual de las tropas, para lo que han ofrecido cinco años de transición y la opción de que se despliegue una fuerza multinacional, lidera por EEUU y la OTAN.

Grupos palestinos también han denunciado que desde que el diálogo comenzó a avanzar Israel ha acelerado la demolición de aldeas en la zona con la intención no declarada de una futura anexión, y crear así un nuevo hecho consumado en las negociaciones.

A la preocupación por el incremento de la destrucción de viviendas se han sumado organizaciones internacionales como la ONU y la Unión Europea.

Un total de 25 asociaciones internacionales de ayuda humanitaria difundieron este viernes un comunicado en el que advierten de que solo durante los meses de la negociación en 2013 el número de viviendas demolidas creció un 43 por ciento, situándose en las cifras más altas en un lustro.

Al igual que la ONU y la UE, las citadas organizaciones exigieron a Israel que ponga fin a esta práctica, que según el grupo de defensa de los derechos humanos Btselem ha dejado sin hogar a 339 personas, 170 de ellas menores.

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