CiU defiende el veto en el Senado de CCAA históricas a leyes que les afecten

Madrid, 2 jul.- El ponente de CiU para la reforma del Senado, el expresidente del Parlament Joan Rigol i Roig, ha defendido hoy en la comisión encargada de renovar esta Cámara que las comunidades "históricas" puedan vetar aquellas leyes que les afecten o que "no estén bien tratadas" por el Gobierno central.

Así lo ha relatado Rigol a Efe a su salida de la comisión de Reglamento, por la que en las últimas semanas han pasado distintos expertos para aportar ideas de cara a la ponencia que tiene como misión reformar la Cámara Alta, y cuyo informe debe concluir antes de un año.

Entre sus principales propuestas, el también exconseller de la Generalitat ha pedido que las autonomías consideradas "históricas" (País Vasco, Cataluña, Galicia y Andalucía) que ya contaban con estatutos durante la II República, tengan un mayor poder de actuación, pudiendo incluso frenar leyes que las atañen.

En concreto, se trataría de legislación que incurra en "sus especificidades" y sobre ellas, ha explicado Rigol, "puedan pedir que sea paralizada" o recurrir al Tribunal Constitucional "con derecho de suspensión".

También podrían utilizar estas herramientas en casos en los que crean que algún asunto que les compete "no está bien tratado por la legislación del Estado", ha añadido.

Para el resto de autonomías, ha planteado que se traten de manera especial las "especificidades" de cada territorio sin que ello constituya "un privilegio" sino una forma de defender lo que para cada comunidad sea más importante.

En este sentido ha puesto como ejemplo el caso de las Islas Baleares, que debe estar "siempre presente" en medidas referentes al turismo o La Rioja en el caso del vino.

Para lograrlo, ha expuesto que la Cámara se divida en grupos territoriales donde los senadores no se agrupen "en función de la ideología" sino por la CCAA de procedencia y que, además, estos grupos estén "lógicamente regulados" para evitar la mayoría de algún colectivo.

Es, a su juicio, la forma de conseguir que el Senado sea "acogedor de la diversidad" que aportan las distintas autonomías y deje de ser "una cámara ideológica", donde la representación, según ha manifestado, actualmente es política y no territorial.