CiU profundiza sus lazos locales con el PP pero abre un debate sobre alianzas

Barcelona, 12 sep.- CiU ha profundizado hoy sus lazos a nivel municipal con el PP, a través de un pacto para gobernar en Castelldefels (Barcelona), pero la actitud de los populares en contra de la inmersión lingüística ha abierto un debate interno en relación con la política de alianzas de la federación nacionalista.

En las últimas semanas, el Govern que preside Artur Mas ha venido insistiendo en que no está dispuesto a cerrar la puerta a alcanzar acuerdos con el PP en cuestiones que no vulneren lo que considera sus "líneas rojas", como por ejemplo la supervivencia de la lengua catalana.

Pero los últimos movimientos del PP contra el modelo de inmersión lingüística en las escuelas catalanas o la suspensión de los actos institucionales de la Diada del 11 de Septiembre en Badalona han causado malestar en CiU y han puesto de manifiesto una cierta incomodidad a la hora de buscar nuevos acercamientos a los populares, por ejemplo, para pactar las cuentas de 2012.

La presidenta del PPC, Alícia Sánchez-Camacho, ha anunciado el acuerdo con CiU para gobernar en Castelldefels, con el popular Manel Reyes como alcalde.

Este pacto ha venido acompañado de una cierta distensión en Badalona, donde ayer el convergente Ferran Falcó advirtió al alcalde del PP, Xavier García Albiol, que "le quedarán cuatro días y tendrá que recoger velas" si pasa a la acción contra el catalán.

Hoy Falcó ha atenuado su mensaje, al valorar que García Albiol haya asegurado que "no habrá ninguna campaña o acción contra la lengua" en Badalona.

El discurso oficial en CiU y en el Govern reza que, a falta de seis diputados para la mayoría absoluta en el Parlament, debe abogar por unas alianzas de geometría variable, sin renunciar al PP, pero tampoco a PSC y ERC.

Pero dentro de CiU han empezado a surgir dudas sobre el coste que puede tener un acercamiento demasiado explícito al PP, con quien el Govern pactó los presupuestos de la Generalitat para 2011 y podría volver a hacerlo con las cuentas del año que viene.

Algunos sectores soberanistas de CDC se inclinan por tantear a ERC como aliado preferente, una posibilidad que ayer se encargó de alimentar el propio presidente de ERC, Joan Puigcercós, al ofrecer el apoyo de su partido a CiU para que el Govern "no dependa del PP".

En cambio, el secretario general de Unió, Josep Maria Pelegrí, ha apostado hoy por buscar "grandes acuerdos" con el PSC, por ejemplo de cara a los próximos presupuestos de la Generalitat, sin excluir a PP y ERC como otros posibles aliados.

El diputado de CiU en el Congreso y miembro del comité ejecutivo de CDC Carles Campuzano ha abogado por buscar "amplios acuerdos" con PSC, ERC e ICV, ante el clima que está creando la "lógica neoespañolista y recentralizadora" del PP.

Mientras tanto, Sánchez-Camacho ha reconocido que CiU y PPC mantienen "diferentes posicionamientos ideológicos" respecto a la inmersión lingüística, pero ha opinado que ello no afecta a su "entendimiento".

Por su parte, el líder del PP, Mariano Rajoy, ha apostado por normalizar "el problema de la lengua" en la escuela catalana, ya que "en la calle" esos conflictos no se dan, pero siempre cumpliendo las sentencias de los tribunales.

La ministra de Defensa, Carme Chacón (PSC), que ha sido ya designada formalmente como candidata del PSC a las elecciones generales, ha alertado de que, si hay opción de hacerlo, CiU pacta "siempre" con el PP, y que así volverá a suceder si el PP vence el 20-N.

Al tiempo del debate político, la defensa de la inmersión se ha trasladado al inicio del curso escolar, con pegada de carteles a su favor y con concentraciones ante los ayuntamientos catalanes, que han reunido a varios miles de personas en Barcelona, medio millar en Girona y unas 400 en Tarragona.

A última hora de la tarde y a propuesta de ERC, la junta de portavoces del Ayuntamiento de Barcelona ha convocado un pleno extraordinario en defensa de la inmersión, lo que evidenciará de nuevo las diferencias entre CiU y PP.