Washington.- La secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, admitió hoy que existe un "desacuerdo muy serio" con Brasil sobre la diplomacia que aplica hacia Irán, pero aseguró que es un socio y amigo "muy responsable y efectivo" de Washington.
La jefa de la diplomacia estadounidense hizo estas declaraciones al ser preguntada en la Institución Brookings sobre el papel que juega Brasil actualmente para el Gobierno de Estados Unidos y sobre el acuerdo que alcanzó sobre el programa nuclear -junto a Turquía- con Irán.
"Ciertamente tenemos desacuerdos muy serios con la diplomacia de Brasil hacia Irán", señaló.
El Gobierno de Barack Obama ha transmitido al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y al canciller brasileño, Celso Amorim, que EE.UU. considera que "al comprar tiempo para Irán, permitirle eludir la unidad internacional en torno a su programa nuclear, hace el mundo más peligroso, no menos", explicó Clinton.
En este sentido, el debate gira en torno a la pregunta de cuál es la postura responsable que se debe tomar frente al desafío nuclear de Irán.
"Ellos tienen una perspectiva diferente" sobre este asunto, tienen sus propios argumentos y "no está actuando con impulso", dijo, insistiendo en que Estados Unidos no está de acuerdo con este enfoque.
Washington considera que los iraníes están utilizando a Brasil y que es hora de negociar una cuarta ronda de sanciones en el Consejo de Seguridad y que únicamente después Teherán accederá a negociar seriamente sobre su programa nuclear, explicó Clinton.
Brasil y Turquía llegaron el pasado día 17 a un acuerdo con Irán, por el que Teherán accede a enviar a Turquía 1.200 kilos de uranio poco enriquecido para recibir en el plazo de un año desde Rusia y Francia 120 kilos de combustible nuclear para su reactor científico.
Estados Unidos, si bien ha valorado los esfuerzos de Brasil y de Turquía, ha expresado sus reservas al acuerdo.
Alega que Irán ha dicho que seguirá enriqueciendo uranio al 20 por ciento, se niega a conversar seriamente sobre su programa nuclear y además ha duplicado desde la primera oferta de la comunidad internacional en octubre su material enriquecido.
"Yo veo a Brasil como parte de la solución. Veo a Brasil teniendo recursos extraordinarios y capacidades que desplegar contra los problemas en nuestro continente y cada vez más allá" en otras partes del mundo, indicó Clinton, quien, no obstante, recalcó que eso no significa que EE.UU. "siempre vaya a estar de acuerdo con la política del Gobierno brasileño".
Clinton quiso destacar que "nuestros desacuerdos no socavan de ninguna manera nuestro compromiso de ver a Brasil como un amigo y socio en este continente y más allá".
De hecho, señaló, EE.UU. quiere una relación con Brasil que "supere el test del tiempo", en la que no importa quién es el presidente en Washington o cuál es la constelación política en el país suramericano.
"Siento fuertemente que en tantos asuntos importantes, Brasil es un socio muy responsable y efectivo", agregó.
De hecho, dijo, sin la presencia de Brasil en Haití "no habríamos sido capaces de estabilizar la situación después del terremoto (de enero pasado)", y también ese país "jugó un papel" en diciembre pasado en Copenhague para posibilitar un acuerdo sobre el cambio climático, recordó.
Además, Estados Unidos tiene una relación "realmente robusta" de inversiones y empresarial con Brasil y una "muy, muy larga lista de áreas de interés común y de alianzas en las que trabajaremos y ampliaremos", concluyó.
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