Buenos Aires, 4 nov.- Una comisión del Parlamento argentino comenzó hoy el proceso de análisis de un proyecto de ley para despenalizar el aborto, iniciativa que fue rechazada este martes por la Iglesia católica en el país suramericano.
El proyecto, presentado por cuarta vez por organizaciones no gubernamentales con el apoyo de unos sesenta legisladores de diferentes partidos, comenzó a ser debatido este martes por los miembros de la comisión de Legislación Penal del Congreso.
En coincidencia con el inicio del proceso de tratamiento de la iniciativa en el Parlamento, miembros de la denominada Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito se manifestaron a las puertas del Congreso a favor del proyecto.
De acuerdo con la ley actualmente vigente en Argentina, el aborto puede realizarse sin castigo penal en caso de peligro para la vida de la madre o de violación y siguiendo las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomiendan limitar los abortos hasta la semana 22 de gestación.
La iniciativa en debate plantea en su artículo primero que "toda mujer tiene derecho a decidir la interrupción voluntaria de su embarazo durante las primeras doce semanas del proceso gestacional".
Fuera de ese plazo, el proyecto plantea que se permita abortar en caso de violación -acreditada con denuncia judicial o policial o formulada en un servicio de salud-, si estuviera en riesgo la salud o la vida de la mujer o si existieran "malformaciones fetales graves".
El proyecto cuenta con el apoyo tanto de diputados opositores como oficialistas, pero, según informaron hoy medios locales, no es avalado por la presidenta argentina, Cristina Fernández, y si llegará a debatirse en el pleno de ambas cámaras del Parlamento no obtendría los votos suficientes para convertirse en ley.
Ante el inicio del análisis del proyecto, la comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina difundió hoy un documento en el que recordó que "la vida humana comienza desde el momento de la concepción" y que tanto esa vida como la de la madre "deben ser preservadas y respetadas".
"Nuestro país tiene una sabia y humanista tradición jurídica de protección de la vida humana desde la fecundación. Esta protección, lejos de ser expresión de una visión religiosa, es manifestación del respeto que merece cada vida humana y que está en la base del funcionamiento del sistema de derechos humanos", dijeron los obispos.
Sostuvieron que "una decisión legislativa que favoreciera la despenalización del aborto tendría consecuencias jurídicas, culturales y éticas".
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