Con Rohaní, Irán hace gestos sin precedentes a Israel y los judíos

  • La retórica contra Israel sigue siendo uno de los pilares del discurso de Teherán pero, con el gobierno del moderado Hasán Rohaní, se han multiplicado los gestos amables hacia el Estado judío impensables bajo su predecesor, Mahmud Ahmadineyad.

Ana Cárdenes

Teherán, 15 feb.- La retórica contra Israel sigue siendo uno de los pilares del discurso de Teherán pero, con el gobierno del moderado Hasán Rohaní, se han multiplicado los gestos amables hacia el Estado judío impensables bajo su predecesor, Mahmud Ahmadineyad.

El último de ellos, a principios de este mes, fue el reconocimiento y condena del Holocausto por parte del ministro de Asuntos Exteriores iraní, Mohamad Yavad Zarif, la pasada semana en una entrevista con la cadena de televisión alemana Phoenix TV.

"Una tragedia horripilante ocurrió y nunca debería ocurrir de nuevo", dijo el jefe de la diplomacia iraní en referencia a la llamada Solución Final, con la que la Alemania nazi intentó exterminar al pueblo judío.

Zarif señaló que, "de acuerdo a las escrituras islámicas matar a un individuo es imperdonable y mucho más matar a millones".

Para remachar, preguntado por el entrevistador sobre si Teherán reconocería el estado de Israel si este solucionase el conflicto con los palestinos, el ministro no lo negó tajantemente, sino que dejó la puerta entreabierta al contestar que esa "es una decisión soberana que tomará Irán".

En la misma entrevista, Zarif dijo que la República Islámica tiene "el mayor de los respetos hacia los judíos, en Irán y fuera de Irán".

Si bien no se puede hablar de un tender la mano al otro, está muy lejos de los habituales desplantes y salidas de tono de Ahmadineyad, propenso a llevar su retórica anti-israelí allá donde fuese.

Otro gesto inusual conocido esta semana tuvo lugar en Abu Dabi (Emiratos Árabes) el pasado 19 de enero, durante la IV Asamblea de la Agencia de Energía Renovable Internacional, cuando el ministro iraní de Energía, Hamid Chitchiyan, no se ausentó de la sala al comenzar el discurso de su homólogo israelí, Silván Shalom, como hacen siempre los representantes iraníes.

Un hecho "sin precedentes", según el analista israelí de origen iraní Meir Javendanfar, que asegura en su web "El Observador Irán-Israel" que "no se ha visto en la última década que un ministro iraní en activo se siente públicamente en la misma mesa que un ministro israelí mientras este habla a la audiencia. Habitualmente, los iraníes se van".

Esa actitud fue correspondida por el ministro de Defensa israelí, Moshé Yaalón, que se quedó a escuchar el discurso de Zarif en la Conferencia de Seguridad de Munich la semana pasada.

Otro hecho sorprendente registrado esta semana fue la donación por Rohaní de 400.000 dólares (cerca de 300.000 euros) al Hospital Sapir de Teherán, el centro médico de la comunidad judía en la ciudad.

Además de la ayuda económica, el equipo del presidente ha señalado que éste ha dado instrucciones para que se ayude a los hospitales de las minorías religiosas.

También inusual en la diplomacia iraní fue la felicitación el pasado septiembre de Zarif a los judíos con ocasión del año nuevo hebreo, Rosh Hashaná, en un mensaje en Twitter que, como él mismo aclaró más tarde, no estaba dirigido solo a los judíos iraníes (una minoría de unos 9.000), sino a los de todo el mundo, la mayoría de los cuales viven en Israel.

Desde la cuenta de Twitter "@hassanrouhani", que se considera manejada por el equipo de relaciones públicas del presidente, se lanzó una felicitación similar, aunque más tarde los asesores presidenciales hicieron un desmentido en el que señalaron que Rohaní "no tiene ninguna cuenta en Twitter".

No se puede, sin embargo, hablar de un giro de 180 grados.

Esta semana, durante el 35 aniversario de la Revolución Islámica los gritos de "Muerte a Israel" acompañaban al también tradicional "Muerte a EEUU" en las calles iraníes y el presidente del Parlamento iraní, Alí Lariyani, volvió a calificar de "cáncer" al Estado judío en un discurso en Túnez que provocó el abandono del lugar de la delegación de la embajada estadounidense.

Tampoco faltan las amenazas bélicas, la última de ellas el pasado miércoles, cuando el comandante de las Fuerzas Armadas de Irán, el teniente general Hasan Firuzabadi, declaró que su Ejército está preparado para "la guerra decisiva con EEUU y los sionistas".

Israel, por su parte, según informó recientemente el diario Jerusalem Post, ha lanzado una campaña para convencer al mundo de que no levante las sanciones a Irán ya que, según el primer ministro Benjamín Netanyahu, el alivio de las mismas ha llevado a que la República Islámica "aumente su agresión internacional".

No se espera ningún acercamiento en el corto ni medio plazo de dos países enfrentados desde hace seis décadas que no mantienen relaciones diplomáticas ni comunicaciones o transporte directo, pero el cambio de tono puede, al menos, reducir los roces y hacer más amables los encontronazos en la esfera internacional.

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