Naciones Unidas, 20 ene.- El Consejo de Seguridad de la ONU defendió hoy la legitimidad del presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, y condenó los ataques lanzados contra su vivienda y contra el palacio presidencial por combatientes del movimiento rebelde chií de los hutíes.
El máximo órgano de decisión de las Naciones Unidas, en una declaración pactada por sus quince miembros tras una reunión a puerta cerrada, expresó su "profunda preocupación" por el deterioro de la crisis en Yemen y subrayó la importancia de que se apliquen totalmente los acuerdos de paz.
El Consejo de Seguridad subrayó que el presidente yemení es "la autoridad legítima" con base en los resultados electorales y según lo pactado en esos acuerdos de paz, por lo que urgieron a toda la sociedad a respaldar al Gobierno.
Además, llamó a todas las partes a rechazar la lucha, evitar las provocaciones y optar por el diálogo, condenando "el recurso a la violencia en los últimos días, incluido el uso del secuestro".
Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió el cese inmediato de los combates en Yemen y llamó a los diferentes actores a cumplir con los compromisos que habían aceptado previamente y devolver el poder a las autoridades legítimas.
El diplomático coreano se declaró "gravemente preocupado" por el "deterioro" de la situación en el país y demandó a los dos bandos la "máxima moderación" y medidas para "restaurar la total autoridad de las instituciones de gobierno legítimas".
Los hutíes, que se han alzado en armas en varias ocasiones entre 2004 y 2010, secuestraron el sábado al jefe de la oficina presidencial, Ahmed Auad Mubarak, al que acusan de allanar el camino para la aprobación de un nuevo texto constitucional, al que se oponen y cuyo borrador establece seis regiones en vez de las dos que ellos exigen.
Actualmente reclaman una mayor participación en el poder, un pacto contra la corrupción y la aplicación de los acuerdos firmados con las autoridades en septiembre, aunque ellos no hayan respetado el punto que exige la retirada de sus milicianos de las ciudades.
La expansión militar de los rebeldes forzó entonces a la firma de esos pactos y la formación de un nuevo Gobierno en el Yemen.
Hoy el Consejo animó a las partes a seguir adelante con la aplicación de los acuerdos y finalizar la nueva Constitución de una forma que "responda a las aspiraciones del pueblo yemení".
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