Corte Constitucional alemana analiza prohibición de partido neonazi NPD

  • La Corte Constitucional de Alemania comenzó a estudiar el martes un pedido de prohibición del partido neonazi NPD presentado por la cámara alta del parlamento, una iniciativa que muchos consideran ineficaz para luchar contra la extrema derecha.

Prohibir un partido es "una arma de doble filo que debe ser manipulada con prudencia. Limita la libertad para preservar la libertad", dijo el juez Andreas Vosskuhle, presidente de la audiencia.

"Cada procedimiento de prohibición de un partido representa un desafío para un estado libre, constitucional y democrático", agregó el juez.

La Corte Constitucional previó tres días de audiencia para examinar la demanda presentada en diciembre de 2013 por la Bundesrat (Consejo Federal), que reúne a los representantes de los estados regionales.

El veredicto no se conocerá antes de varios meses, se indicó.

El Bundesrat justifica el pedido de prohibición diciendo que el Partido Nacionaldemócrata de Alemania (NPD por sus siglas en alemán), fundado en 1964 por exfuncionarios nazis, es anticonstitucional.

"El NPD es inconstitucional debido a que, a través de sus objetivos y el comportamiento de sus miembros, quiere desestabilizar y derribar el orden liberal-democrático", afirma la demanda del Bundesrat.

Desde 1945 sólo dos partidos políticos -el SRP, heredero del partido nazi, en 1952 y el Partido Comunista (KPD) en 1956- fueron prohibidos en Alemania.

La idea de prohibir el NPD resurgió en 2011 tras el descubrimiento de una organización criminal "Clandestinidad Nacional-Socialista" (NSU), integrada por personas cercanas al NPD, acusada de haber asesinado a diez personas, en su mayoría de origen extranjero, entre 2000 y 2006.

Sin embargo, la canciller alemana Angela Merkel, desistió de adherirse a la demanda a pesar de que el gobierno considera que el NPD es "antidemocrático, xenófobo, antisemita y contrario a la Constitución".

En el año 2003 la Corte Constitucional no dio lugar a un primer pedido de prohibición presentado por los socialdemócratas y los Verdes.

La Corte Constitucional consideró que no podía pronunciarse en la medida en que informadores de los servicios de seguridad interior trabajaban en el seno de la dirección del NPD.

Para los jueces existía un riesgo de que esos "informadores" hubieran podido actuar como agentes provocadores y empujar al NPD a violar la Constitución.

En marzo pasado, la Corte Constitucional exigió al Bundesrat que "probara en forma apropiada" que los informadores habían sido "deconectados".

El NPD piensa insistir en el argumento de la vigilancia de los servicios de inteligencia.

El abogado del NPD, Peter Richter, considera que es imposible demostrar que los informadores fueron efectivamente "deconectados".

Muchos juristas y asociaciones que luchan contra la extrema derecha consideran que la demanda no se justifica políticamente.

Uno de los puntos fuertes de la Constitución alemana es la libertad de los partidos, explica Horst Meier, jurista y autor del libreo "Prohibición del NPD: una obra en dos actos".

"Hay que aprender a soportar las opiniones absurdas y falsas" en una democracia, dice Meier, que opina que el NPD no representa un verdadero peligro.

El NPD, que tiene dificultades financieras desde que se le suprimieron las subvenciones públicas en 2013, tiene un sólo representante electo, un diputado en el estado regional de Mecklemburgo Pomerania Occidental.

En las elecciones legislativas de 2013 obtuvo solamente 1,3% de los votos.

Otras voces opuestas a la prohibición sostienen por su parte que la demanda ya no tiene sentido debido a la evolución política de los últimos meses marcada por el surgimiento del movimiento antimusulmán PEGIDA o el crecimiento de Alternative für Deutschland (Alternativa para Alemania, AfD), que prosperan gracias a la inquietud generada por la afluencia de más de un millón de migrantes en 2015.

"Es una cortina de humo", dijo a la AFP Timo Reinfrank, coordinador de la Fundación Amadeu Antonio, una organización antiracista que lleva el nombre de un angoleño asesinado a golpes de bate de béisbol en Brandeburgo en 1990.

"En este momento hay que hacer otras cosas y no concentrarse en la prohibición del NPD que es apenas una parte del problema", afirmó Reinfrank.

"Lo urgente es impedir que sigan los ataques contra los albergues de refugiados", concluyó Reinfrank.

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