Crucificados en Asunción marcharán con cruces por derechos laborales

  • Los cinco crucificados que permanecen desde hace semanas acostados y clavados a cruces de madera frente a la embajada brasileña en Asunción anunciaron hoy que el lunes se incorporarán y, sin desclavarse, marcharán por el centro de la ciudad para reclamar sus derechos laborales.

Asunción, 22 ene.- Los cinco crucificados que permanecen desde hace semanas acostados y clavados a cruces de madera frente a la embajada brasileña en Asunción anunciaron hoy que el lunes se incorporarán y, sin desclavarse, marcharán por el centro de la ciudad para reclamar sus derechos laborales.

Se trata de Roque Samudio, de 58 años, Gerardo Orué, de 49, Roberto González, de 61, y Pablo Garcete, de 71 años, todos ellos exempleados de la represa Itaipú, compartida entre Paraguay y Brasil.

Junto a ellos también permanece clavada a un madero Rosa Cáceres, de 52 años, esposa y madre de extrabajadores de la hidroeléctrica.

El lunes tienen previsto marchar hasta el Ministerio de Trabajo, donde ese día está convocada una reunión entre representantes del departamento y autoridades de Itaipú, dijo a Efe Carlos González, portavoz de la Coordinadora de Extrabajadores de Itaipú y Contratistas.

La protesta busca que miles de extrabajadores paraguayos de la represa cobren los derechos laborales retroactivos que dicen se les adeudan por un convenio suscrito en 1974 por los gobiernos, entonces dictatoriales, de Paraguay y Brasil.

González indicó que se espera la llegada de más extrabajadores de la represa para acampar en las carpas instaladas frente a la embajada brasileña coincidiendo con la reunión, a la que aseguró que acuden "desconfiados pero con esperanza".

"Lo que más nos duele es la gran irresponsabilidad e insensibilidad de las autoridades para atender una reivindicación. Esa es la gran cruz que llevamos miles de trabajadores que construimos la Itaipú Binacional", afirmó González.

Explicó que sus compañeros "crucificados" se encuentran en buen estado de salud y de ánimo", aunque a menudo les es imposible "evitar las pesadillas y los accesos de llanto".

Samudio, Orué y González cumplen el viernes un mes y medio clavados a su cruz, mientras que Cáceres lleva un mes y una semana de protesta y Garcete tres semanas y media.

Los "crucificados" pasaron las fiestas de Navidad y Año Nuevo clavados a sus maderos sobre la acera de la embajada brasileña.

Desde entonces están sometidos a las elevadas temperaturas, que en horas centrales del día rondan los cuarenta grados, y a las tormentas intensas de la estación estival, recordó González.

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