Cuatro partidos se disputan el voto en las elecciones locales turcas

  • Un total de 27 formaciones concurren el domingo a las elecciones locales de Turquía, pero son las cuatro grandes fuerzas parlamentarias las que se disputarán la mayoría de votos, en una concentración a la que contribuye la creciente polarización de la población.

Estambul, 26 mar.- Un total de 27 formaciones concurren el domingo a las elecciones locales de Turquía, pero son las cuatro grandes fuerzas parlamentarias las que se disputarán la mayoría de votos, en una concentración a la que contribuye la creciente polarización de la población.

El gubernamental Partido Justicia y Desarrollo (AKP) lleva en el Gobierno central desde 2002, un año después de su fundación.

Considerado durante un tiempo como "islamista moderado", su imagen de partido moderno, tolerante y liberal se ha visto erosionada por el discurso cada vez más radical de su líder, el primer ministro Recep Tayyip Erdogan, quien tilda a sus adversarios de "ateos, izquierdistas y terroristas".

Analistas independientes, como Bekir Agirdir, director del instituto de sondeos Konda, creen que la cúpula del AKP está tomada por "islamistas radicales", aunque el elemento religioso no sea tan importante entre gran parte de los militantes.

Hasta hace dos años, el AKP atrajo numerosos apoyos de sectores opuestos al fundamentalismo, que veían en este partido el adalid de un proceso democrático destinado a acabar con la eterna tutela de las Fuerzas Armadas.

Desde las protestas de Gezi el verano pasado, sin embargo, el abismo entre la clase liberal moderna y el AKP se ha hecho cada vez más evidente, y el discurso de Erdogan parece apostar por una mayor polarización para "fidelizar" al votante más conservador y tradicional que, en palabras de Agirdir, "no tienen alternativa al AKP".

Las encuestas le dan una horquilla de entre el 44 y el 47 % de los votos en todo el país y victorias en las alcaldías de Ankara y Estambul. El partido ya ha señalado que su objetivo es superar el 38,8 % de los votos que tuvo en las municipales de 2009, lejos del 50 % que logró en las generales de 2011.

La segunda fuerza política es el socialdemócrata Partido Republicano del Pueblo, el partido más antiguo de Turquía (1923) y que reivindica el legado firmemente laico del fundador de la República turca, Kemal Atatürk.

Esa estrategia le asegura la fidelidad de un sector de la población pero no siempre le hace conectar con los jóvenes.

Los sondeos de intención de voto le otorgan un 30 % de los apoyos, lo que supondría cuatro puntos de mejora respecto a los comicios parlamentarios de 2011.

Aparentemente convencido de que podrá contar de todas formas con el voto laico y socialdemócrata, el partido ha multiplicado sus gestos hacia los sectores habitualmente más cercanos a sus rivales.

Así, en Ankara, su candidato es un antiguo miembro del partido nacionalista MHP, y en Estambul respalda a Mustafa Sarigül, un político con una trayectoria errática al que sus adversarios tildan de populista y de reproducir actitudes de Erdogan.

Un buen resultado en estas elecciones locales le colocaría en buena situación para aspirar a hacerse con el Gobierno en las generales de 2015.

Eterno tercero en disputa, el Partido del Movimiento Nacionalista (MHP) confía en recoger parte de la fuga de votos del AKP, erosionado por acusaciones de corrupción y autoritarismo.

Con un 16 % en 2009, el MHP cayó al 13 % en las nacionales de 2011, pero según las encuestas podría superar ahora el 18 % y ganar varias ciudades.

El MHP combina una imagen nacionalista moderna -pocas de sus militantes llevan velo-, con una aceptación del islam como elemento de identidad nacional, lo que le permite pescar votos en el caladero del AKP, si bien no propone políticas religiosas en la vida pública.

Pese a no haberse implicado en la ola de protestas antigubernamentales del pasado verano, el MHP puede beneficiarse de la politización de la juventud y de la creciente oposición a Erdogan y su aparente evolución desde un "nosotros, turcos" a un "nosotros, musulmanes", que rechaza gran parte de la ciudadanía.

El Partido Democrático de los Pueblos (HDP), fundado el pasado octubre, es la marca con la que se presenta a las elecciones el partido prokurdo Paz y Democracia (BDP), la cuarta fuerza del Parlamento.

Aunque el BDP evita alusiones étnicas, para muchos turcos es sólo el "partido kurdo", algo que intenta remediar con las nuevas siglas, una estructura independiente del BDP y que acoge a intelectuales, izquierdistas, feministas y activistas por los derechos de los homosexuales, no directamente conectados con la causa kurda.

El BDP/HDP intenta recuperar el extremadamente dividido voto de la izquierda turca y es la formación con más opciones de capitalizar el descontento de quienes salieron a protestar el año pasado.

Queda por ver si la estrategia funciona y los votos combinados de BDP y HDP superan el 5,9 % que tuvo en las generales de 2011, lejos del umbral del 10 % que debería obtener si aspira a presentarse como partido, no como agrupación de independientes, a las elecciones parlamentarias de 2015.

Los sondeos prevén que se lleve un máximo del 7 % de los votos, aunque podría ser la fuerza más votada en algunas localidades del sureste turco, donde se concentra la población kurda.

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