De ETA a la yihad: así ha cambiado la lucha antiterrorista en esta legislatura

    • Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han detenido a161 personas presuntamente vinculadas a ETA, de las cuales 47 lo han sido el pasado año. Por otro lado, se han arrestado a180 supuestos yihadistas durante los últimos 4 años,100 de ellos en 2015.
    • El trabajo de los miembros de la lucha antiterrorista ha dado ungiro de 180 grados desde la aparición y posterior consolidación del fenómeno yihadista.
Interior recibe más de 800 alertas sobre casos de radicalización en 2016
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La lucha contra el terrorismo en España ha dado un gran salto adelante durante la última legislatura. Así, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han detenido a 161 personas presuntamente vinculadas a ETA, de las cuales 47 lo han sido el pasado año. Por otro lado, se han arrestado a 180 supuestos yihadistas durante los últimos 4 años, 100 de ellos en 2015.

A pesar del elevado número de personas del entorno etarra que han acabado este año entre rejas, el trabajo de los miembros de la lucha antiterrorista ha dado un giro de 180 grados desde la aparición y posterior consolidación del fenómeno yihadista.No hay detenciones "en cadena"

En primer lugar, ha cambiado la forma de detectar y seguir a estos terroristas. Mientras que en ETA eran células perfectamente organizadas, las yihadistas a menudos están constituidas por pocos individuos que actúan de manera autónoma.

"España tiene mucha experiencia en la lucha contra el terrorismo. Pero era un fenómeno concreto como el de ETA. Ahora, la amenaza es internacional y deslocalizada, a lo que se une el auge de las redes sociales y de Internet. No podemos aplicar las técnicas que hemos venido utilizando hasta ahora. Un ejemplo sencillo: antes con una información, con una detención podíamos acceder a mucha más información e incluso que cayeran comandos o cúpulas de ETA. Ahora una detención no implica, ni mucho menos, que vaya a caer un grupo mayor porque no está todo tan interconectado", explican fuentes de la lucha antiterrorista a lainformacion.com

Además, señalan, ya no se trata de controlar que los islamistas radicales no comentan un atentado. "El evitar que radicalicen a terceros es prioritario. Y el alcance del adoctrinamiento, tanto en número como en intensidad, es mucho mayor en la yihad", continúan.Riesgo de que los yihadistas se inmolen durante las detenciones

En consecuencia, los operativos policiales en cuanto a la detención de estos terroristas es diferente e, incluso, más "complicada" que en el caso de los vascos.

"Ante fenómenos distintos, la forma de deterner a los terroristas cambia. No hay más que recordar las operaciones vinculadas a los atentados de París. Los sospechosos se inmolaron intentando matar al mayor número de policías posibles. Los etarras podían intentar disparar, lo que implica un riesgo, pero no hacían volar el edificio por los aires. El despliegue a la hora de arrestar a yihadistas es mucho mayor, tiene que ir gente especializada en explosivos, controlar mejor la zona, evitar riesgos para los vecinos... Esto implica una preparación mayor. Cuanta más gente, más riesgo", mantienen.Juicios más largos

Por otro lado, fuentes de la Audiencia Nacional reconocen que, a pesar de que desde este tribunal tienen una gran experiencia en la lucha contra el terrorismo, se han visto algo "desbordados" por este nuevo fenómeno. "La experiencia del 11M provocó que tuviéramos que reciclaros rápidamente. Pese a lo mucho que hemos avanzado en este terreno, la diferencia a la hora de investigar y de encausar a estos delincuentes hace que los juicios se estén retrasando de media 3 o 4 años más que en el caso de los referidos a etarras", aseguran.

Sin embargo, España es pionera en la lucha contra el terrorismo yihadista y no en vano sus responsables de inteligencia y judiciales son requeridos constantemente por terceros países para intercambiar información y técnicas de detección e investigación.Radicalización en las cárceles

Por último, una vez en prisión, sea preventiva o con condena, las medidas cautelares varían sustancialmente. De esta manera, la política penitenciaria con respecto a los presos de ETA ha estado marcada por la dispersión. "Se trataba, en definitiva, de romper el frente de cárceles y que, estando separados, no diseñaran una estrategia común que fortaleciera el entramado terrorista tanto dentro como fuera de las cárceles. No existía un riesgo sustancial de que convencieran a otros reclusos de que se unieran a la banda", explican fuentes de la lucha contra el terrorismo.

Sin embargo, con los presos yihadistas no se trata tanto de mantenerlos separados entre ellos. "Lo malo de estos terroristas es que intentan captar a otros reclusos, sean musulmanes o no. Hace poco se detuvo a un preso acusado de captar a sus compañeros de celda. Pero tampoco se puede mantener en régimen de aislamiento a alguien si no hay una prueba inequívoca de que esta infrigiendo un reglamento", cuentan.

Quizá por ello, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha trasladado al Gobierno una propuesta inédita: cárceles solo para yihadistas. El sindicato más representativo en las administraciones públicas cree conveniente agrupar en un mismo centro penitenciario a todos los presos encarcelados por su vinculación con el terrorismo yihadista para evitar que radicalicen a otros reclusos.

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