Un total de 53.000 militares tendrán que abandonar las Fuerzas Armadas en los próximos años. Serán despedidos al cumplir los 45 años, lo que provocará un goteo incesante de bajas en los tres ejércitos. Esta situación ya está provocando problemas de operatividad, ya que el Ministerio de Defensa se está viendo obligado a subcontratar determinados servicios y empleos considerados estratégicos para el día a día castrense. Es el caso de los mécanicos del Ejército del Aire, que encaran una situación complicada.
Son militares que firmaron un compromiso temporal con las Fuerzas Armadas y que ahora están teniendo que abandonar su empleo cumplidos los 45 años. Lo sabían desde el principio, pero los constantes despidos que ya se están produciendo y que continuarán en los próximos años están provocando que en determinadas unidades se realice un doble gasto: pagar a los que todavía continúan en activo, por un lado, y subcontratar el servicio, por otro lado, para garantizar la operatividad completa.
Las cifras oficiales sobre despidos de las que dispone la subsecretaría de Defensa son las siguientes: habrá de media cada año más de 2.500 familias que perderán el empleo, siendo los años 2027 y 2029 los momentos con bajas más severas (4.218 y 4.335 afectados, respectivamente). Es más, en esta legislatura (si se prolonga hasta 2020) 3.129 soldados se quedarán sin trabajo.
El caso del Mando de Apoyo Logístico del Ejército del Aire es especialmente llamativo. En él están encuadrados los mecánicos de los vehículos que se emplean en maniobras y viajan a las misiones de paz. Toda una vida laboral dedicada a perfeccionar y poner en práctica sus conocimientos. Un trabajo, además, de especial sensibilidad ya que se encuentra en juego la vida de los profesionales que se ponen al mando de los aparatos militares. Sin embargo, una vez cumplidos los 45 años estos soldados tienen que enfilar la cola del paro sí o sí.
Según datos oficiales de Defensa, una decena de los 277 soldados que se dedican a labores de mecánica en el Ejército del Aire causarán baja este año. Además, 9 de los 213 cabos tendrán que abandonar su empleo de forma obligatoria a lo largo de este 2019 al cumplir los 45 años. Y, en el caso de los cabos primeros, serán 7 de los 51 que se encuentran ahora mismo empleados los que salgan de las Fuerzas Armadas. Las bajas continuarán en los próximos años lo que, evidentemente, reducirá la plantilla y las capacidades de trabajo de los especialistas en mantenimiento.
Mientras se producen estos despidos el Ministerio de Defensa se está viendo obligado a externalizar las labores de mecánica. Así, desde hace varios años el Ejército del Aire viene adjudicando a empresas particulares los servicios que deberían prestar los profesionales que tienen que abandonar las Fuerzas Armadas. El último contrato en este sentido fue licitado en 2017 e incluye un servicio integral de 'renting' de vehículos y mecánica. La Asociación 45 sin despidos ya está realizando informe y estudios para intentar denunciar "la doble vara de medir del Ministerio de Defensa al despedir a los soldados por edad mientras subcontratan a otros sin imponerles ese requisito".
El problema de estos 53.000 militares que ya están siendo despedidos de las Fuerzas Armadas es un 'vacío' en la la Ley de Tropa y Marinería, aprobada durante el Gobierno de Zapatero en 2006. En dicha legislación se contemplaba la posibilidad de que los militares rasos pudieran homologar su trayectoria en el Ejército, pero dicha equiparación académica para la escala de tropa nunca se ha desarrollado con el Ministerio de Educación. De esta forma, los militares de base que no han ascendido por diferentes circunstancias durante sus años en las Fuerzas Armadas se quedarán en el paro sin título alguno y con un horizonte laboral complicado.
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