Dimite la ministra de Lula acusada de tráfico de influencias en medio de la campaña

  • Brasilia.- La ministra de la Presidencia de Brasil, Erenice Guerra, dimitió hoy acosada por acusaciones de tráfico de influencias vertidas por la oposición al calor de la campaña para las elecciones de octubre próximo, informaron fuentes oficiales.

Denuncias de corrupción tumban en plena campaña a ministra cercana a Rousseff
Denuncias de corrupción tumban en plena campaña a ministra cercana a Rousseff

Brasilia.- La ministra de la Presidencia de Brasil, Erenice Guerra, dimitió hoy acosada por acusaciones de tráfico de influencias vertidas por la oposición al calor de la campaña para las elecciones de octubre próximo, informaron fuentes oficiales.

Guerra sucedió en el cargo a Dilma Rousseff, quien renunció en marzo pasado para aceptar la candidatura presidencial del Partido de los Trabajadores (PT) para los comicios que se celebrarán el 3 de octubre próximo, para los que se perfila como clara favorita con una intención de voto superior al 50%.

Guerra era barajada por la prensa local como segura ocupante de una cartera en un posible Gobierno de Rousseff, con quien mantiene una estrecha relación y con quien trabajó codo a codo en el Ministerio de la Presidencia durante cinco años.

La dimisión de Guerra fue anunciada por el portavoz del jefe de Estado, Luiz Inácio Lula da Silva, Marcelo Baumbach, quien leyó una carta en la que la ministra se dijo víctima de una "implacable campaña" de "difamaciones" al calor de la disputa electoral.

"El único objetivo" de las denuncias, según Guerra, es "crear en forma artificial un clima de escándalo" que afecte al Gobierno y a la campaña de Rousseff para las elecciones.

"No conocen límites", sostuvo Guerra en su carta, y apuntó que "las pasiones electorales no pueden justificar ese vale todo".

En los últimos días, la prensa local ventiló supuestas maniobras de uno de los hijos de Guerra para favorecer a empresas privadas con contratos públicos, que fueron recogidas por el opositor Partido de la Socia Democracia Brasileña (PSDB) y su candidato presidencial, José Serra, quien usó el hecho para intentar alcanzar a Rousseff.

Serra incluso vinculó esos asuntos a la denuncia de que desde la administración tributaria fueron investigadas en forma ilegal las cuentas bancarias de su hija y de algunos dirigentes del PSDB, con la posible intención de utilizar esos datos con fines electorales.

El pasado martes, el Gobierno ordenó una severa investigación sobre las denuncias en torno a la actuación de Israel Guerra, hijo de la ministra que, según la prensa local, intermedió en negocios turbios concretados por la compañía estatal de Correos con empresas privadas.

El diario Folha de Sao Paulo agregó hoy otra denuncia contra la ahora ex ministra, según la cual ella habría tenido conocimiento y hasta participado en maniobras de su hijo en favor de una empresa que obtuvo un millonario crédito del estatal Banco de Desarrollo Económico y Social (BNDES).

A raíz de esas nuevas sospechas, el PSDB divulgó hoy una nota en la que exigió la renuncia o destitución de Guerra, lo que se concretó poco después de conocido ese documento.

"Las investigaciones sobre las crecientes denuncias que implican a la ministra y a sus familiares no pueden ser hechas con ella en el cargo, por lo que su separación debe ser inmediata, pues ya no se trata de ganar o perder votos, sino de un caso de policía", dice la nota del PSDB.

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