Diputados franceses debaten mañana las multas a clientes de la prostitución

  • Los diputados franceses debatirán a partir de mañana un polémico proyecto de ley del Gobierno socialista que contempla penalizar a los clientes de la prostitución con multas de 1.500 euros, y de 3.000 en caso de reincidencia.

París, 26 nov.- Los diputados franceses debatirán a partir de mañana un polémico proyecto de ley del Gobierno socialista que contempla penalizar a los clientes de la prostitución con multas de 1.500 euros, y de 3.000 en caso de reincidencia.

Es solo una de las iniciativas de una batería de medidas que se votarán el próximo 4 de diciembre, pero la que más reticencias ha suscitado, pues hay quienes consideran que se trata de una injerencia del Estado en la moral sexual de los ciudadanos.

Numerosos intelectuales, filósofos y artistas, como la actriz Catherine Deneuve, el escritor Frédéric Beigbeder o la filósofa Élisabeth Badinter, entre otros, han asociado sus nombres al rechazo a la nueva ley.

Con diferentes matices y sensibilidades y desde distintas tribunas y manifiestos, consideran que los poderes públicos no deben sancionar ni a prostitutas ni a clientes, siempre que la relación comercial entre ambos sea consentida y voluntaria.

"Consideramos que cada uno tiene el derecho de vender libremente sus encantos e incluso de que le guste. Y rechazamos que los diputados dicten normas sobre nuestros deseos y nuestros placeres", reza el manifiesto "343 cabrones. No toques a mi puta", el más chocante de todos ellos.

En el polo opuesto, asociaciones de defensa de las mujeres como Osez le Féminisme o la Asamblée des Femmes, hacen campaña a favor de esa nueva legislación.

Algunos colectivos piden, incluso, que se prohíba la prostitución en Francia, donde los medios de comunicación estiman que ejercen esa profesión entre 20.000 y 40.000 personas, de las que solo un 15 por ciento serían varones.

La ministra francesa de Asuntos Sociales, Marisol Touraine, aseguró recientemente que el proyecto no supone "una moralización de la vida sexual" y que responde a la "necesidad" de combatir la explotación sexual.

"El feminismo no es aceptar que, para que una pequeña minoría pueda disponer de su cuerpo, una mayoría de las mujeres prostitutas sufran violencia y explotación cotidiana", declaró la titular a los medios de comunicación.

El proyecto de ley francés se inspira en la legislación sueca de 1999, que presume de haber reducido la prostitución a la mitad, y contempla un período de comunicación y sensibilización de seis meses entre la aprobación del texto y su aplicación.

Las multas a los clientes son el estandarte de un proyecto de ley que prevé también aplicar una "pena de sensibilización" que obligue a los infractores a trabajar un número determinado de horas en centros de ayuda a las prostitutas.

Propone, además, penas de hasta tres años de cárcel y multas de 45.000 euros para los clientes que recurran a una prostituta menor de edad, embarazada o minusválida.

El texto legal se centra sobre la responsabilidad del cliente y prevé derogar la ley de 2003, que castiga con hasta dos meses de prisión y 3.750 euros de multa a las prostitutas que capten clientes en la calle. El ministro del Interior, Manuel Valls, ha mostrado sus reservas sobre este punto.

Además, se suprimirían los historiales policiales de quienes hayan sido condenadas por esa medida.

El proyecto de ley estipula también la creación de instrumentos para ayudar a las prostitutas que lo deseen a salir de la calle, sistemas para proteger a las víctimas de los proxenetas y prevé dedicar parte de los fondos que se les decomisen a ayudar a las meretrices.

Las prostitutas no francesas víctimas del proxenetismo podrán pedir un permiso de residencia temporal de seis meses, sin que se les obligue a denunciar las redes que las explotaban, y contarán con asistencia económica y alojamiento.

Se espera que el texto sea aprobado en la Asamblea Nacional con los votos de la mayoría de los diputados socialistas, de los conservadores de la Unión por un Movimiento Popular, del Frente de Izquierdas y de parte de los ecologistas. Después debería continuar con su debate en el Senado, que aún no tiene fecha.

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