Doscientos sakuras refuerzan los lazos entre España y Japón en Coria del Río

  • Alfredo Martínez.

Alfredo Martínez.

Coria del Río (Sevilla), 9 feb.- Doscientos sakuras (cerezos) se van a plantar en Coria del Río por japoneses para reforzar los lazos entre Japón y esta localidad, donde en 1614 se creó la primera colonia nipona del sur de Europa, tras desembarcar la Embajada Keicho, que encabezó el samurái Hasekura Tsunenaga.

Los seis primeros cerezos, árbol emblemático para Japón y que crea un vínculo entre el lugar donde se planta y quien lo hace, así como para sus descendientes, los han apadrinado hoy un grupo de japoneses procedentes de la región de Sendai, de donde partió hace cuatro siglos la expedición de Hasekura Tsunenaga.

Este samurái desembarcó en Coria tras subir el Guadalquivir, puerta de entrada de su gira a Europa para entrevistarse con el Papa y establecer lazos comerciales.

Algunos de los integrantes de esta expedición, sabiendo de la persecución del cristianismo en Japón, decidieron quedarse a vivir en Coria del Río, dando origen a una colonia japonesa cuyos complicados nombres fueron simplificados por los corianos con el apellido Japón.

Hoy día, más de seiscientos de los 30.000 vecinos de Coria del Río portan el apellido Japón y mantienen sus lazos históricos con este país asiático, una especial relación de la que da testimonio el sakura plantado en junio del año pasado por el príncipe heredero japonés Naruhito, junto al monumento al samurái Hasekura Tsunenag erigido en el punto del Guadalquivir donde desembarcó.

Cerca de este lugar se han plantado hoy seis sakuras más por una delegación de católicos de Sendai, encabezada por el obispo de este diócesis japonesa, Marchino Tetsuo Hiraga.

El prelado, quien ha presidido una misa en la iglesia de Santa María de la Estrella, donde se bautizó al primer Japón de Coria del Río, ha recordado a la prensa el carácter religioso de la expedición de Hasekura Tsunenag y ha evocado las dificultades que el Catolicismo sufrió en Japón en aquella época y actuales vicisitudes en este país asiático.

En los próximos meses está previsto que se planten hasta doscientos cerezos más por otros tantos japoneses que unirán este histórico parque fluvial a los tradicionales destinos turísticos sevillanos, vinculados al flamenco y los toros, según ha señalado el alcalde de Coria del Río, Modesto González.

El presidente de la asociación que promueve esta iniciativa turística, Haruo Shimohira, ha destacado la importancia que se otorga en Japón a la plantación de un sakura, árbol cuya floración se asocia al Día Nacional nipón y cuyo himno tradicional ha cantado hoy, emocionada, la delegación nipona.

"Sembrar un sakura es una señal de unión entre dos pueblos; es una señal que nos ata y nos obliga para volver a venir aquí para ver cómo crece el plantón que acabamos de sembrar; en el momento en que yo no pueda venir, vendrá mi hijo a verlo y así sucesivamente por lo que la relación entre Japón y Coria acaba de comenzar y va a continuar", ha explicado Haruo Shimohira.

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