Barcelona.- El secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, ha enterrado hoy de manera solemne su viejo resquemor hacia Artur Mas, con quien compitió hace una década para convertirse en el relevo de Jordi Pujol como cabeza de lista de CiU en unas elecciones al Parlament.
Antes del discurso de Mas en el mitin final de CiU, en un Palau Sant Jordi de Barcelona lleno hasta la bandera, Duran ha recordado que hace diez años él mismo aspiró a heredar el trono de Pujol: "Yo también quería ser presidente de Cataluña. Éramos competidores".
En un alarde de sinceridad, Duran ha reconocido que, debido a su carácter "un poco arisco" -aunque también es "muy buen chico" cuando quiere-, acabó chocando con un Mas con el que se "conocía poco".
"Fuimos adversarios dentro de una misma familia", ha resumido.
Pese a sus serios reparos iniciales -Duran llegó a dimitir como conseller cuando Pujol visualizó la elección de Mas como sucesor al nombrarle en 2001 conseller en cap del Govern-, ha explicado que poco a poco ha ido constatando que es "una persona muy bien preparada" y que su ascenso era "lógico".
"Yo he visto cómo se fortalecía desde la adversidad. Hoy Mas no debe nada a nadie. Se ha ganado un prestigio y una capacidad por sí mismo para ser presidente de la Generalitat", ha afirmado.
En una declaración que ha sonado a intento de enterrar cualquier sospecha de tirantez entre ambos, Duran ha afirmado: "Si el día 28 ganas y te conviertes en presidente de Cataluña, tú serás muy feliz. Pero yo, que también quería ser presidente de Cataluña, también quedaré muy y muy feliz y satisfecho, porque sé que el país estará en muy buenas manos, en las mejores manos. Te lo mereces".
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