"Los programas de misiles y armas nucleares de Corea del Norte representan serias amenazas para nuestros intereses, incluyendo la seguridad de algunos de nuestros aliados más cercanos, y socavan la paz y la seguridad en la región", dijo la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Susan Rice, en un comunicado.
Un funcionario de defensa estadounidense dijo que el vehículo de lanzamiento "parece haber alcanzado el espacio".
Pyongyang ya había detonado lo que se alegó era una poderosa bomba termonuclear el 6 de enero.
El lanzamiento del cohete "representa, sin embargo, otra acción provocadora y desestabilizadora y constituye una flagrante violación de varias resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas", afirmó Susan Rice.
El viernes, los presidentes de Estados Unidos y Corea del Sur hablaron con su contraparte china, a quien solicitaron que tomara sanciones contra su aliado norcoreano.
"Continuaremos trabajando con nuestros socios y miembros del Consejo de Seguridad de la ONU en pos de medidas significativas en relación a la República Popular de Corea del Norte", dijo el secretario de Estado estadounidense, John Kerry.
"Este es el momento de hacerlo de una manera firme y unida, con medidas que dejen en claro la determinación de la comunidad internacional de considerar que la continuación por Corea del Norte de sus capacidades de misiles balísticos" constituye "un desafío inaceptable a la paz y la seguridad común".
La Casa Blanca y sus aliados pretenden responder con una resolución de la ONU a la actitud de Pyongyang, pero aspiran a que China, que tiene poder de veto en el Consejo de Seguridad, deje de proteger a su aliado norcoreano.
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