EEUU niega el visado a diplomático iraní por papel en crisis de los rehenes

  • Estados Unidos rechazó hoy la solicitud de visado al diplomático iraní Hamid Abutalebí, elegido para representar a su país ante la ONU, por su papel en la crisis de los rehenes de 1979.

Jairo Mejía

Washington, 11 abr.- Estados Unidos rechazó hoy la solicitud de visado al diplomático iraní Hamid Abutalebí, elegido para representar a su país ante la ONU, por su papel en la crisis de los rehenes de 1979.

El Departamento de Estado anunció que no permitirá que Abutalebí, un veterano diplomático, ingrese en el país, recurriendo a una licencia consular que no suele utilizarse ante enviados a la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, que goza de estatutos especiales.

"Hemos informado a las Naciones Unidas y al gobierno de Irán que no vamos a emitir el visado al señor Abutalebí", anunció hoy Jen Psaki, portavoz del Departamento de Estado.

No obstante, Psaki no quiso abundar en las razones que han llevado al poco habitual rechazo del diplomático y se limitó a asegurar que Washington ya dejó "claro a los iraníes que su nombramiento no era viable".

La selección de Abutalebí, secretario político en la oficina del presidente Hasán Rohaní, ha levantado viejas heridas en Estados Unidos, donde un gran número de políticos expresaron su sorpresa por la elección de una funcionario que consideran que fue parte del secuestro de más de medio centenar de estadounidenses en Teherán hace 35 años.

El diplomático iraní, sin embargo, siempre ha negado su participación en los hechos y ha asegurado que únicamente hizo de traductor para los captores "por motivos humanitarios".

Un grupo de estudiantes de la revolución de los Ayatolá tomó en noviembre de 1979 la embajada de Estados Unidos, retuvo a un centenar de estadounidense que se encontraban en la legación y mantuvo secuestrados a 52 hombres durante 444 días.

Aquel secuestro afectó gravemente a las relaciones entre el nuevo Irán y Estados Unidos, unos recelos que perduran hoy.

El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, confió hoy en que la extraordinaria decisión consular no afecte a las negociaciones para que Irán rebaje sus ambiciones de enriquecimiento de uranio, que Estados Unidos e Israel temen que pueda llevarles a obtener un programa nuclear de carácter militar.

Abutalebí, educado en París y licenciado por la Sorbona, ha ejercido cargos diplomáticos ante la Unión Europea, Bélgica, Italia y Australia, y ha visitado la ONU en Nueva York en el pasado como parte de una delegación iraní.

La posibilidad de que Abutalebí obtuviera permiso diplomático se desvaneció definitivamente este jueves, cuando la Cámara de Representante aprobó por unanimidad un proyecto de ley del Senado pensado para detener la emisión del visado al iraní

La ley estipula que Estados Unidos podrá negar el estatus diplomático a individuos que se han visto implicados en casos de espionaje o que pueden ser considerados una amenaza para la seguridad nacional.

La administración Obama no ha esperado a ese proyecto de ley, que no está claro si el presidente firmará y que fue presentado por uno de los mayores críticos de esta administración, el senador republicano Ted Cruz.

El Departamento de Estado se ha basado previsiblemente en razones similares a las que sostiene ese proyecto de ley, aunque se ha negado por el momento a revelarlas en detalle.

"Le hemos dejado claro a los iraníes que la nominación no era viable, eso no es ningún secreto, pero creo que ellos entienden las razones", concedió Psaki tras reiteradas preguntas en su rueda de prensa diaria.

Mientras tanto, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha decidido no tomar parte en la polémica y se ha mantenido al margen de un asunto que consideró que debía resolverse bilateralmente.

"Ninguna de las partes se ha dirigido oficialmente a nosotros", indicó hoy Stephan Dujarric, el portavoz del secretario general, Ban Ki-moon.

Dujarric recordó que las Naciones Unidas tienen un acuerdo firmado con EE.UU. para regular el funcionamiento de su sede en Nueva York en el que se estipulan las obligaciones de las autoridades estadounidenses, aunque evitó comentar los mecanismos que han permitido a Washington respaldar esta decisión.

Como principio, EE.UU. está obligado a acoger a los representantes ante las Naciones Unidas en Nueva York, aunque el Departamento de Estado ha determinado que puede rechazar solicitudes de visado a aquellos que considera amenazas para la seguridad nacional o a la política estadounidense.

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