El acuerdo entre el presidente yemení y los hutíes busca apagar la tensión

  • El acuerdo alcanzado hoy entre el presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, y el movimiento chií de los hutíes pretende apagar la tensión vivida estos últimos días en Saná, que fue escenario de acciones violentas por parte de los rebeldes como medida de presión.

Jaled Abdalá

Saná, 21 ene.- El acuerdo alcanzado hoy entre el presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, y el movimiento chií de los hutíes pretende apagar la tensión vivida estos últimos días en Saná, que fue escenario de acciones violentas por parte de los rebeldes como medida de presión.

Según dijo el presidente en un comunicado, el mandatario yemení y líderes del movimiento también conocido como Ansar Alá (Seguidores de Alá) alcanzaron hoy un acuerdo por el que los rebeldes se comprometen a retirarse de las zonas ocupadas y la Presidencia a modificar la Constitución para ofrecer más participación a los hutíes en el Gobierno.

Este cambio en la Carta Magna está abierto a "arreglos, supresiones, modificaciones y nuevas inclusiones", propuestas por "todos" los partidos políticos, agregó el comunicado presidencial.

Mansur Hadi señaló además que los rebeldes aceptaron liberar al jefe de la oficina presidencial, Ahmed Auad Mubarak, secuestrado por ellos el pasado sábado.

Asimismo, también accedieron, según el presidente, a retirarse de los alrededores de su residencia y del palacio presidencial, que tomaron ayer como medida de presión para forzar al régimen a cumplir sus exigencias.

También aceptaron abandonar un campamento militar que sirve de almacén de misiles y a desmantelar todos los puestos de control erigidos por ellos en Saná desde el 19 de enero.

Las negociaciones tuvieron lugar en la residencia de Mansur Hadi, según dijo a Efe una fuente oficial.

La misma fuente añadió que el pacto firmado hoy ofrece a los hutíes el 50% de los puestos de la dirección del Estado. Además, el Parlamento contará con nuevos nombres en un plazo máximo de una semana.

En su estrategia de presión de los últimos meses, los hutíes han reclamado una mayor participación en el poder, un pacto contra la corrupción y la aplicación de los acuerdos firmados con las autoridades el pasado 21 de septiembre, aunque ellos no hayan respetado el punto que exige la retirada de sus combatientes de las ciudades.

Por otra parte, los actos de violencia de ayer han recibido la condena de gran parte de la comunidad internacional.

La principal repulsa llegó desde Riad, donde los países miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) calificaron esas acciones de "golpe de Estado".

Debido a que la seguridad en el Yemen "influye directamente" en la situación de los países del CCG, amenazaron con "tomar las medidas necesarias para proteger la seguridad" de la región.

Por su parte, el Gobierno de Estados Unidos se mostró preocupado por unos supuestos informes sobre el apoyo de Irán a los rebeldes chiíes.

En una rueda de prensa, la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, aseguró que EEUU es consciente de las informaciones sobre el respaldo de Teherán a los hutíes en su desafío al presidente yemení, aliado estadounidense y saudí.

Además, el Gobierno jordano también condenó la violencia en el país de la península Arábiga y reiteró su apoyo "a la legitimidad yemení y el proceso político allí".

"Jordania condena con fuerza toda forma de violencia y anarquía en el Yemen, a todos los que causaron esos actos y a quienes están detrás de ellos", señaló el ministro de Estado para Asuntos de los Medios de Comunicación, Mohamed Moman, citado por la agencia oficial jordana de noticias, Petra.

Tras la firma del acuerdo, la pelota parece estar ahora del lado de los hutíes, que deben abandonar las zonas ocupadas como gesto de buena voluntad hacia el pacto firmado.

Una respuesta esperada por la Presidencia yemení, que en otras ocasiones anteriores ha visto cómo los líderes hutíes han negado otros acuerdos supuestamente rubricados con Mansur Hadi o han roto un alto el fuego, como ocurrió hace dos días.

Si esta vez no sucede un caso similar y se respeta el pacto, el Yemen habrá apagado la tensión vivida en las últimas horas y estará avanzando hacia un posible final de la crisis que abocaba al país hacia un eventual conflicto armado o golpe de Estado.

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