El alcalde de sevilla se perfila como el sucesor de arenas en el pp andaluz

El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, se perfila como el sucesor del hasta ahora presidente del PP andaluz, Javier Arenas, tras anunciar éste que no se presentará a la reelección en el próximo congreso del partido en el mes de julio.
Fuente populares aseguraron a Servimedia que Arenas ha decidido dar un paso atrás para facilitar la renovación en el PP andaluz tras el resultado de las elecciones autonómicas del 25 marzo, y regresar a la política nacional, pues cuenta con la confianza del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
El PP ganó los comicios de marzo pero no logró la mayoría absoluta que le auguraban todas las encuestas, por lo que el PSOE ha podido seguir gobernando gracias al apoyo de IU. En consecuencia, algunas voces de populares andaluces sugirieron que hacía falta una renovación, toda vez que Arenas había sido ya cuatro veces el cabeza de lista sin lograr alcanzar el gobierno.
Según las fuentes consultadas, Arenas confía a Zoido la dirección del PP andaluz al considerar que es una persona de consenso, buen talante, capacidad de diálogo y experiencia que será aceptada sin problemas por sus compañeros y sin que surja ninguna candidatura alternativa para el congreso de julio.
Además de alcalde de Sevilla, Zoido es presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y diputado en el Parlamento autonómico, una circunstancia que el PP considera clave para que pueda ejercer la oposición al presidente de la Junta, José Antonio Griñán, y darse a conocer en estos cuatro años a todos los andaluces como ya lo hizo ante los sevillanos.
Zoido quedó encumbrado como una estrella emergente de los populares andaluces al conseguir, primero, ganar las elecciones de 2007 en una capital donde siempre había gobernado el PSOE, y, finalmente, alcanzar la alcaldía por mayoría absoluta en los comicios de 2011.
El alcalde de Sevilla es un hombre de estrecha confianza de Arenas, por lo que su sucesión no se percibe en el PP como una ruptura, sino antes bien como una continuidad con el legado del presidente saliente.