'El Bigotes' al juez: "Ningún empresario pagó al PP por amor a las dos gaviotas"

  • El 'número tres' de la trama Gürtel, Álvaro Pérez, ha asegurado que los pagos se hacían por haber "recibido algo" a cambio.
Álvaro Pérez 'El Bigotes' comparece en la comisión de investigación sobre el PP
Álvaro Pérez 'El Bigotes' comparece en la comisión de investigación sobre el PP
EUROPA PRESS - Archivo

Álvaro Pérez, El Bigotes, representante de la Gürtel en Valencia, ha corroborado ante el juez del caso Bárcenas, José de la Mata, la existencia de un supuesto sistema de adjudicaciones irregulares en el seno del PP y para ilustrarlo, ha bromeado: "Ningún empresario paga al PP por amor a las gaviotas".

La presencia de El Bigotes en la Audiencia Nacional, donde ha sido trasladado desde la prisión de Valdemoro, se enmarca en la nueva ronda de interrogatorios en esta causa, que inauguró el miércoles el exalcalde de Boadilla Arturo González Panero, El Albondiguilla, que señaló al candidato del PP en Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, como conocedor de las supuestas artimañas de Luis Bárcenas para la concesión de determinadas adjudicaciones.

Precisamente, a raíz de lo que declaró González Panero, la acusación que ejerce IU en esta causa ha pedido al juez que llame a declarar a Moreno Bonilla como testigo para ver si corrobora la versión de El Albondiguilla sobre una supuesta reunión que mantuvo con él en 2005 en la que avisó de las presiones a las que, según el, le sometió Bárcenas. Además de El Bigotes, cuya declaración no ha aportado grandes novedades a lo que ya dijo en el juicio de la rama valenciana de Gürtel, en el que se mostró cooperador con la Justicia, también ha comparecido como testigo el empresario arrepentido David Marjaliza, considerado socio del que fuera número 3 del PP madrileño Francisco Granados.

En su declaración, El Bigotes ha admitido que no conoció de primera mano el presunto sistema de financiación irregular que regía en el PP, sino que fue el cabecilla de la trama, Francisco Correa, quien le explicó que actuaba de contacto o enlace entre empresarios y cargos del partido para conseguir adjudicaciones públicas de manera irregular, según fuentes presentes en la declaración. El Bigotes se ha quejado una vez más de que estos empresarios estén en libertad (fueron condenados a penas mínimas y no tuvieron que ingresar en prisión) mientras él está cumpliendo condena en la cárcel.

Entre los cargos con los que Correa tenía negocios, según la versión de El Bigotes, figuran algunos de los condenados por la primera época de la Gürtel como Bárcenas (que cumple ya en prisión 33 años de cárcel), el exdiputado Jesús Merino y el exalcalde de Pozuelo y exmarido de Ana Mato Jesús Sepúlveda. Todos ellos, ha añadido, eran los que supuestamente ponían en marcha ese sistema de captación de cargos públicos para adjudicar obras a cambio de determinadas cantidades de dinero.

Es en ese momento cuando le ha dicho al juez, a modo de chascarrillo -con los que este suele aderezar sus comparecencias-: "Ningún empresario paga al Partido Popular por amor a las gaviotas", sino porque "van a tener algo" del PP a cambio. No obstante, El Bigotes no ha aportado ningún detalle concreto ni ha hablado de cantidades porque, según ha dicho, de eso se encargaba Correa. Sí que se ha referido a algunos de los empresarios valencianos con los que él trató desde la empresa Orange Market y que fueron condenados tras llegar a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía por el que confesaron que habían pagado algo más de 1,2 millones de euros al PP de Valencia a cambio de adjudicaciones públicas.

Por su parte, Marjaliza se ha limitado a corroborar lo que ya declaró ante el juez del caso Púnica sobre una supuesta reunión que mantuvo con los extesoreros Luis Bárcenas y el fallecido Álvaro Lapuerta, en la que, según su versión, les entregó un sobre con 60.000 euros a petición de su entonces socio Paco Granados. Ha relatado que acudió a la sede de Génova con el entonces concejal José Fernández Bonet -que ayer negó ante el juez este extremo- para hacer esta entrega que, según le dijo Granados, era el máximo que podía donarse de forma anónima.

La intención de este donativo a la dirección nacional fue, según Marjaliza, tener un "gesto" con el partido y colaborar en los gastos de la campaña de las elecciones municipales y autonómicas de 2007 para así sumar puntos en la pugna que mantenía Granados con el expresidente madrileño Ignacio González -imputado en el caso Lezo- para suceder a Esperanza Aguirre.

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