Naciones Unidas.- El Consejo de Seguridad de la ONU celebrará este martes una reunión especial para tratar la situación en Libia, informó hoy el organismo internacional.
La reunión se ha convocado a petición del embajador adjunto de Libia ante la ONU, Ibrahim Dabbashi, que ayer declaró a la cadena de televisión CNN que el gobernante libio, Muamar el Gadafi, debe "dejar el poder lo antes posible" y la comunidad internacional debe "evitar que se refugie en otro país".
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó ayer su preocupación por el rápido deterioro de la situación del país magrebí y pidió a Gadafi el cese inmediato de la violencia y el respeto a los derechos humanos del pueblo libio.
Ban, que ayer se encontraba en Los Angeles (California) para asistir a un foro relacionado con Naciones Unidas, habló durante la mañana por más de media hora con Gadafi para pedirle el fin inmediato de la escalada de violencia en el país.
Ban se mostró también este lunes "indignado" ante las informaciones que indican que las autoridades libias dispararon contra manifestantes desde aviones de combate y helicópteros.
Según la cadena de televisión qatarí Al Yazira, al menos 250 personas murieron este lunes en Trípoli en los bombardeos del Ejército del Aire libio contra los manifestantes que reclaman la caída del régimen de Gadafi, en el poder desde 1969.
Después el hijo del dictador libio, Seif el Islam, afirmó que esos aviones militares bombardearon depósitos de armas situados lejos de las zonas urbanas y negó que hayan lanzado bombas sobre la población, según la televisión estatal.
La Federación Internacional de los Derechos Humanos (FIDH) señaló ayer que la violenta represión ejercida por el régimen de Gafafi ha ocasionado al menos de 300 a 400 muertos desde el pasado 15 de febrero.
El portavoz de la ONU, Martin Nesirky, señaló que si "esos ataques contra civiles, se confirman, supondrían una seria violación de la ley humanitaria internacional y el secretario general los condenaría en los términos más firmes".
El líder de la ONU pidió por segunda vez en este día a las autoridades libias "el cese imediato de la violencia", reiteró Nesirky en su último comunicado, en el que también subraya que Ban está en contacto cercano con estados miembros clave sobre el desarrollo de la situación en libia.
Ban reiteró también su llamamiento "al respeto de los derechos humanos y las libertades básicas fundamentales, incluyendo los derechos a la asociación pacífica y a la información".
La ONU señaló que ante "la interpretación que el líder libio le dio de los eventos y la respuesta de las autoridades", Ban "subrayó la necesidad de asegurar la protección de la población civil bajo cualquier circunstancia".
El secretario general de la ONU instó a las partes a ejercer la máxima contención y a las autoridades libias a que "se comprometan a mantener un diálogo amplio para tratar las legítimas preocupaciones de la población".
El embajador adjunto de Libia ante la ONU, Ibrahim Dabbashi, instó también a Gadafi a "detener la matanza del pueblo libio. El pueblo libio ha sido suficientemente paciente durante los últimos 42 años", según declaraciones a esa televisión estadounidense.
El diplomático libio pidió a la comunidad internacional que no permita al gobernante escapar de Libia y refugiarse en otro país, y para se vigile el dinero que salga de su país, al tiempo que calificó de "genocidio" lo que ocurre allí.
Asimismo, Dabbashi señaló que no ha visto al embajador libio, Abdulrahman Shalgham, desde el pasado viernes, y reiteró su compromiso con el pueblo libio.
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