La Junta de Andalucía ha anunciado hoy que ha comenzado las gestiones para inscribir los terrenos del hotel Algarrobico, de Carboneras (Almería), a nombre del dominio público con la intención de demoler la instalación construida en el Parque Natural del Cabo de Gata Níjar.
Así lo ha afirmado hoy el consejero de Presidencia, Manuel Jiménez Barrios, durante la presentación del Mundial de Kitesurf de Tarifa (Cádiz).
La decisión del Gobierno andaluz se produce después de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que declaraba legal la licencia de obra del hotel, ha señalado el consejero, que ha calificado como "extraño" el procedimiento seguido entre los juzgados en este caso.
Tras analizar esa sentencia, el Gobierno andaluz ha decidido formalizar el derecho de retracto que ya había ejercido sobre los terrenos del hotel, para lo que había hecho un depósito en la Caja Provincial de Depósitos de Almería.
Jiménez Barrios ha agregado que el hotel es una "monstruosidad que nunca debió haberse construido", y ha agregado que esta decisión "muy importante" del Gobierno corrobora la iniciativa de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, de hacer "lo posible y lo imposible" para derribar la instalación hotelera.
El consejero ha subrayado que con este trámite sobre los terrenos "estamos ante una acción definitiva" para demoler en el menor tiempo posible el hotel, y ha añadido que la Junta seguirá analizando la sentencia sobre la licencia de obra para recurrirla.Los ecologistas, contentos
Las principales organizaciones ecologistas han aplaudido hoy el anuncio de la Junta de Andalucía de que ha comenzado las gestiones para inscribir los terrenos del hotel Algarrobico, de Carboneras (Almería), a nombre del dominio público con la intención de demoler la instalación.
Tanto Greenpeace como Ecologistas en Acción han recordado a Efeverde que todas las oenegés que han defendido la demolición de esta construcción venían solicitando a la Junta que procediera a este registro para que quedara constancia oficial de que estos terrenos son públicos.
La primera consecuencia, es que la promotora Azata, constructora del hotel, no puede seguir con las obras ni entrar en los terrenos, han explicado la directora de campaña de Greenpeace María José Caballero y el abogado de Ecologistas en Acción, José Ignacio Domínguez.
El Algarrobico se ha convertido hasta el día de hoy en un hotel indestructible envuelto en una maraña judicial que acumula 22 resoluciones, que declaran por una parte que la licencia de obra es legal y por otra que se encuentra en terrenos protegidos y que invade la servidumbre pública.
De las 22 resoluciones, veinte son contrarias al hotel, entre ellas tres del Supremo y cuatro de la Audiencia Nacional, y solo dos, concretamente de la Sala Tercera del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía están a favor de esta construcción situada frente a una playa de Carboneras (Almería), en pleno parque natural.
Las dos que están a favor dictaminan que la licencia de obras del hotel es legal, y que los terrenos donde se asienta la construcción son urbanizables; pero esta última no es firme porque ya está recurrida ante el Supremo.
Además existe otra sentencia anterior del mismo Tribunal pero de distinta Sala declarando todo lo contrario, es decir que no es suelo urbanizable.
Precisamente, la decisión de hoy del Gobierno andaluz se ha producido después de que se declarara que era legal la licencia de obra del hotel.
Al informar de esta decisión, el consejero de Presidencia, Manuel Jiménez Barrios, ha agregado que el hotel es una "monstruosidad que nunca debió haberse construido", y ha agregado que esta decisión "muy importante" del Gobierno corrobora la iniciativa de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, de hacer "lo posible y lo imposible" para derribar la instalación hotelera.
El consejero ha subrayado que con este trámite sobre los terrenos "estamos ante una acción definitiva" para demoler en el menor tiempo posible el hotel, y ha añadido que la Junta seguirá analizando la sentencia sobre la licencia de obra para recurrirla.Cronología de un conflicto
El anuncio hoy de la Junta de Andalucía de inscribir los terrenos del Algarrobico, de Carboneras (Almería), a nombre del dominio público con el fin de proceder a la futura demolición del hotel es un capítulo más de un largo culebrón judicial que aún no ha escrito su último capítulo.
La confirmación de la Junta se ha producido cinco días después de recurrir ante el Tribunal Supremo (TS) la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que declaraba legal la licencia de unas obras que comenzaron hace más de ocho años.
Todo empezó el 13 de enero de 2003 cuando fue aprobado ese permiso para levantar el complejo hotelero, por lo que, en mayo de ese mismo año, la promotora Azata del Sol inició la edificación.
Casi tres años más tarde, un Juzgado de Almería ordenó por vez primera la paralización de las obras y a partir de ese momento El Algarrobico se sumergió en una maraña judicial de la que aún parece lejos de poder salir.
Así, en marzo de 2008 el TSJA ratifica la suspensión cautelar de las obras y, en septiembre, un juzgado almeriense dicta la nulidad de la licencia concedida en 2003.
El Gobierno autonómico andaluz interviene en 2009 para recurrir ante el TS el dictamen del TSJA contra el Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) del año anterior, que liberaba de protección la zona de la playa donde se encuentra El Algarrobico.
También en 2009, la Fiscalía General del Estado ordena la apertura de diligencias de investigación para dirimir presuntos delitos de prevaricación.
Paralelamente, en la zona del hotel se suceden las manifestaciones a favor y en contra del proyecto: a favor, por parte de los vecinos que ven una oportunidad de empleo y desarrollo para la región; en contra, por parte de las organizaciones ecologistas que temen un grave deterioro del patrimonio natural.
Greenpeace se convierte en la ong más activa, hasta el punto de que varios de sus miembros son llamados a declarar por primera vez en febrero de 2011 tras tapar con una enorme lona las obras.
Ese mismo año, el TS dictamina que el suelo de la zona de El Algarrobico es de máxima protección y un año más tarde el entonces ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Arias Cañete, anuncia que derribar la edificación costará 7 millones de euros.
Sin embargo, en marzo de 2014, el TSJA declara urbanizable el suelo sobre el que asienta el hotel y el pasado 30 de julio determina que la licencia municipal de obras concedida a la promotora Azata para la construcción "se otorgó conforme al planeamiento urbanístico existente".
En este momento, el caso acumula 22 resoluciones contradictorias entre sí, puesto que por una parte determinan que la licencia de obra es legal y, por otra, que el hotel se halla en terrenos protegidos por figurar en un parque natural y por tanto no lo es.
Del total, 20 resoluciones son contrarias al proyecto, incluyendo las del TS y la Audiencia Nacional, y sólo 2, ambas firmadas por la Sala Tercera del TSJA, están a favor.
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