Palma.- La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha afirmado que su Ejecutivo comparte el código ético acordado por el Govern balear -formado por PSOE, UM y Bloc- ante los numerosos casos de corrupción política, que obliga a dimitir a cualquier político con medidas cautelares.
De la Vega ha reiterado la posición del Gobierno de "tolerancia cero" ante la corrupción política, aunque ha añadido su máximo respeto a la actuación de los jueces y su "rigor y cautela" a la hora de opinar acerca de procesos judiciales abiertos.
En el terreno político, ha añadido la vicepresidenta, su postura es de "asumir las responsabilidades siempre y en todo caso" por una cuestión de "salud democrática".
En este sentido, De la Vega ha dicho que el Gobierno comparte el código de buen gobierno acordado en Baleares, ya que el mismo "forma parte de las normas democráticas y saludables".
Preguntada acerca de su postura ante la imputación de la presidenta del Parlament balear, Maria Antònia Munar, en dos casos de presunta corrupción, De la Vega ha dicho respetar "los tiempos y procedimientos" de la Justicia antes de dar una opinión.
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