El líder opositor español ofrece diálogo ante una "encrucijada histórica"

  • Mariano Rajoy, el presidente del opositor Partido Popular (PP) y candidato a las elecciones que España celebrará el 20 de noviembre, dijo hoy que si venciera actuará desde "el diálogo, la centralidad y la concordia" para superar la "gran encrucijada" histórica que atraviesa el país.

Pontevedra (España), 3 sep.- Mariano Rajoy, el presidente del opositor Partido Popular (PP) y candidato a las elecciones que España celebrará el 20 de noviembre, dijo hoy que si venciera actuará desde "el diálogo, la centralidad y la concordia" para superar la "gran encrucijada" histórica que atraviesa el país.

En el inicio del curso político tras el paréntesis veraniego español, Rajoy pronunció un discurso en la ciudad gallega de Pontevedra con el que pone en marcha su precampaña electoral.

El PP es "una esperanza real de cambio" que trabaja por la recuperación tras los comicios autonómicos de mayo y que en este tiempo ha demostrado -dijo Rajoy- que se puede atajar el déficit, no subiendo impuestos, sino reduciendo gastos superfluos y fomentando nuevos ingresos.

En las elecciones municipales y autonómicas celebradas el 22 de mayo pasado, el PP sacó diez puntos de ventaja al gobernante Partido Socialista (PSOE) al lograr 37,54 por ciento de los votos, frente al 27,80 de los socialistas.

Desde entonces, dijo Rajoy, "ha pasado muy poco tiempo, pero una ola de buen gobierno y de austeridad recorre las comunidades autónomas y los gobiernos del Partido Popular".

Rajoy insistió en el modelo de gestión del PP allí donde gobierna: los servicios públicos esenciales son intocables, pero se ahorrará en todo lo que sea "gasto superfluo" y se hará una política económica que "genere ingresos", una política diferente -dijo- a la de quienes creen que "el déficit se ataja aumentando impuestos y con recortes sociales".

El líder del PP no citó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ni al candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, pero criticó la gestión socialista, sus "cambios constantes de criterio y sus improvisaciones".

Rajoy añadió que si gana los comicios actuará "desde el diálogo, la centralidad y la concordia", por cuanto su Gobierno no quiere "ni líos, ni disputas, ni crispación, ni problemas".

El líder opositor subrayo que "la tarea que queda por delante es muy difícil" y que a ella se entregará, siempre y cuando venza el 20 de noviembre, "buscando las máximas complicidades", pues el "proyecto de recuperación nacional" que necesita España requiere "el concurso de todos".

Sin embargo, advirtió que "quien piense que las cosas serán fáciles, se equivoca; quien piense que (las cosas) se pueden hacer sin esfuerzos, se equivoca; y si alguien piensa que hay una varita mágica para solventar todo en media hora, se equivoca".

Según un sondeo que el Instituto DYM realizó a comienzos de agosto pasado, el PP obtendría el 47,6 por ciento de los votos frente al 35 por ciento del PSOE, lo que supondría 12,6 puntos de ventaja que significarían la mayoría absoluta del PP en el Congreso de los Diputados, la cámara baja del parlamento español.

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