El ministro de Defensa de Bolivia llega a Cuba con ayuda para damnificados

La Habana, 3 nov.- El ministro de Defensa de Bolivia, Rubén Saavedra, llegó hoy a Cuba al frente del primer vuelo con ayuda humanitaria del país suramericano para los damnificados del huracán "Sandy" en la isla, informaron medios oficiales.

"Vine por encargo especial de Evo (Morales) y de los bolivianos pues todos estamos muy al tanto de las afectaciones del ciclón en Cuba", afirmó Saavedra a medios locales tras arribar a un aeropuerto de la provincia este de Holguín, una de las más afectadas por el paso del huracán junto a Santiago de Cuba y Guantánamo.

El ministro resaltó la "preocupación personal" del presidente de Bolivia, Evo Morales, por la situación de las provincias orientales cubanas y dijo que su pueblo siente "pesar" por los cuantiosos daños, indicó la estatal Agencia de Información Nacional (AIN).

En ese sentido, subrayó que Bolivia "reitera el sentimiento de solidaridad y la decisión de brindarle la ayuda que sea necesaria en gesto de reciprocidad" a Cuba en retribución por la colaboración de la isla sobre todo en materia de salud y educación.

Saavedra fue recibido en el aeropuerto Frank País de Holguín por el jefe del Ejército Oriental de Cuba, el general de división Onelio Aguilera, quien le informó con detalles de los daños ocasionados por "Sandy" en el país, señaló la AIN.

El Gobierno boliviano anunció esta semana que enviaría a Cuba una ayuda de 120 toneladas en agua y alimentos para los damnificados por el huracán, de las que 60 toneladas ya se encuentran en la isla.

Según lo anunciado, la primera parte de la cooperación incluye 60 toneladas de arroz y en los próximos días llegará la otra mitad de la ayuda.

La representación del Gobierno de Bolivia llega a Cuba dos días después de que Venezuela enviara, asimismo, una delegación oficial encabezada por el ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, para conocer la situación de la isla tras el impacto del huracán.

El 25 de octubre pasado "Sandy" golpeó con fuerza el este de Cuba y causó la muerte de 11 personas y decenas de miles de casas derribadas, graves daños en los servicios eléctrico, telefónico y de comunicaciones y estragos en diversos cultivos.