El nuevo Parlamento español se estrena con llamada a unidad contra la crisis

  • El Parlamento español surgido de las elecciones del 20 de noviembre quedó hoy constituido con una mayoría absoluta del conservador Partido Popular (PP) y con llamadas a la unidad y al consenso frente a la crisis por parte de los nuevos presidentes de las dos cámaras del mismo.

Belén Anca López

Madrid, 13 dic.- El Parlamento español surgido de las elecciones del 20 de noviembre quedó hoy constituido con una mayoría absoluta del conservador Partido Popular (PP) y con llamadas a la unidad y al consenso frente a la crisis por parte de los nuevos presidentes de las dos cámaras del mismo.

Jesús Posada y Pío García Escudero, dos veteranos dirigentes con un larga trayectoria en el Partido Popular, fueron elegidos por mayoría absoluta presidentes del Congreso de los Diputados y del Senado, respectivamente.

El próximo presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha elegido para estos puestos institucionales a dos personas con un perfil moderado y discreto para afrontar una legislatura que se prevé complicada debido a las dificultades creadas por la crisis económica que vive el país.

El nuevo Congreso es más plural que el de los últimos cuatro años al tener más fuerzas representadas, aunque la mayoría siga acaparada por el PP y el Partido Socialista (PSOE), que cuentan con 186 y 110 diputados, respectivamente, de una cámara de 350 escaños.

En esta décima legislatura, una de las principales novedades es que la coalición Amaiur podría tener grupo parlamentario propio en el Congreso, después de quince años de ausencia de la izquierda independentista vasca en el parlamento español.

En su primer discurso como presidente del Congreso, Jesús Posada -que recibió el apoyo de 202 diputados, todos los de su grupo y los 16 de los nacionalistas catalanes de CiU- apeló al diálogo y al consenso para que los partidos busquen soluciones compartidas a los "graves problemas" con los que empieza la legislatura.

"Son momentos difíciles; hay graves problemas que debemos intentar resolver y la ciudadanía espera de nosotros esfuerzos generoso para afrontarlos", subrayó Posada, exministro de Agricultura y Administraciones Públicas en los dos gobiernos del expresidente José María Aznar (1996-2004).

Para hacer frente a esos problemas, apuntó que la tarea "no puede ser sólo de un grupo por numeroso que sea, sino de todos".

En parecidos términos se expresó Pío García Escudero, quien se comprometió a facilitar el diálogo entre los grupos parlamentarios para reformar el Senado de forma que se haga efectiva la función de representación territorial que le asigna la Constitución española a la cámara alta.

El presidente del Gobierno en funciones, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, dijo que le parece "bien" y "correcto" el llamamiento al diálogo hechos por los conservadores.

Posada y García Escudero serán recibidos hoy por el rey Juan Carlos, antes de que el monarca empiece mañana la ronda de consultas con los representantes de los partidos para proponer candidato a la investidura como presidente del Gobierno los días 19 y 20.

La holgada mayoría absoluta lograda por el PP convierte a su líder, Mariano Rajoy, en el único candidato, y se espera que en su discurso de investidura revele las grandes líneas de su gobierno para sacar al país de la crisis económica, con casi cinco millones de desempleados y el crecimiento económico estancado.

Además de la izquierda independentista vasca, agrupada en Amaiur, que en los comicios del 20 de noviembre obtuvo siete escaños -seis por el País Vasco y uno por Navarra-, el nuevo Parlamento acoge una mayor representación de la coalición Izquierda Unida (IU).

IU, que se convirtió en las elecciones del 20-N en la tercera fuerza política en número de votos aunque no por escaños -11 diputados frente a los 16 de los nacionalistas catalanes de CiU-, protestó hoy al quedar excluida de la Mesa de la cámara baja, en la que habrá cinco representantes del PP, cuatro del PSOE y uno de CiU.

El reparto que establece la Ley Electoral en España, a partir de circunscripciones provinciales, hace que la correlación entre voto y escaño sea muy diferente entre los partidos, de modo que a algunos les cuesta hasta cinco veces más que a otros conseguir un diputado.

IU salió perjudicada por el reparto, basado en la llamada Ley D'Hondt, ya que necesitó 152.800 votos para cada uno de los once escaños logrados, 3,2 veces más que los independentistas vascos de Amaiur, que cuentan con siete diputados con solo 333.628 votos.

También resultó perjudicado el partido Unión, Progreso y Democracia (UPyD), una formación de centro que creó hace poco más de cuatro años la exdirigente socialista Rosa Díez, que tiene solo cinco diputados pese a que recibió 1.140.242 votos, y que se incorpora con nueva fuerza ya que en la anterior legislatura solo tenía un diputado. EFE

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