El Príncipe respalda en Perú a la empresa española, que ve el futuro despejado

  • Lima.- El Príncipe Felipe respaldó hoy a las empresas españolas instaladas en Perú y compartió con sus responsables un desayuno de trabajo para conocer de primera mano su situación actual y sus perspectivas de futuro en este país andino, que los empresarios ven despejado y muy esperanzador.

Lima.- El Príncipe Felipe respaldó hoy a las empresas españolas instaladas en Perú y compartió con sus responsables un desayuno de trabajo para conocer de primera mano su situación actual y sus perspectivas de futuro en este país andino, que los empresarios ven despejado y muy esperanzador.

Don Felipe y su esposa, Doña Letizia, se reunieron con los responsables de unas quince grandes empresas españolas durante su segunda jornada de visita oficial a Perú, que continuó con una recepción a la colectividad española y un almuerzo con personalidades peruanas.

La jornada de hoy tiene un marcado acento económico y, de hecho, esta tarde los Príncipes de Asturias asistirán al encuentro empresarial España-Perú con el objetivo de impulsar el comercio bilateral, todavía débil pese a que España es, con gran diferencia, el primer inversor en el país.

Al desayuno de trabajo acudieron representantes de grandes empresas como Telefónica, Repsol, Endesa, Abengoa, ACS, Fierro, Santander, Indra, Mapfre, OHL o Técnicas Reunidas, entre otras, que informaron a los Príncipes de la buena marcha de sus inversiones.

Algunas de estas empresas cuentan con hasta 1.500 empleados en Perú, otras como Telefónica son la primera operadora de telefonía en el país y otras como Repsol absorben el 45 por ciento del consumo peruano de hidrocarburos.

Son sólo algunos ejemplos de la importancia de la inversión española en Perú que, según trasladaron los empresarios a los Príncipes, no sólo está atravesando un presente satisfactorio, sino que vislumbra un futuro "muy esperanzador", según informaron fuentes de la Casa Real.

Pero además, las perspectivas de crecimiento son notables en todos los sectores, independientemente de la situación política futura, ya que los empresarios consideran que un hipotético cambio de Gobierno tras las elecciones peruanas de julio "no ofrece riesgo".

Con las grandes empresas ya consolidadas, el objetivo ahora es impulsar la presencia de las pymes en Perú, según señalan fuentes diplomáticas, y aumentar y equilibrar la balanza comercial -apenas mil millones de euros-, ya que el país andino exporta a España por un valor del doble de lo que importa.

Tras el desayuno de trabajo, los Príncipes ofrecieron en el Centro Español de Lima una recepción a la colectividad española en Perú, cifrada en unas 15.700 personas y representada en el acto por unas 300.

Don Felipe pronunció un discurso en el que volvió a resaltar la "fortaleza y cercanía" de las relaciones bilaterales y el progreso "creciente" de Perú, al que han contribuido también, "con generosidad y correspondiendo a la acogida" que les dispensó Perú, varias generaciones de españoles.

"Representáis la esencia de España en este país y proyectáis, además, su imagen moderna como nación solidaria y abierta. Sois al mismo tiempo actores y testigos del dinamismo del Perú y de su profunda transformación diaria. También lo sois de la intensidad y amplitud que han ido adquiriendo nuestras relaciones", les dijo el Príncipe.

Quiso Don Felipe felicitar al Centro Español por sus 20 años de presencia activa en la capital peruana y recordó que allí se atienden necesidades específicas de muchos españoles a través de su Centro Diurno de la Tercera Edad y de su servicio de atención sanitaria.

Tampoco se olvidó de la cooperación española en Perú, que participa en un "sinfín" de proyectos, y del "papel relevante" de las empresas.

Abundaban entre el público los empresarios, cooperantes y religiosas, además de numerosas ancianas, con los que los Príncipes se mezclaron en un cóctel en el que los asistentes pujaban por acercarse a ellos y tomarse fotografías.

La Princesa Letizia buscó en primer lugar a una anciana religiosa de la Congregación Franciscana, la leonesa Rufina García, ya que le traía saludos de su sobrina, que trabaja en el Palacio de la Zarzuela.

"Me dijo que quiere mucho a mi sobrina y que es encantadora", relató la religiosa, que lleva 60 años residiendo en Perú y aún no ha perdido el acento español.

No faltó a la cita una anciana de 94 años que tuvo que asistir en silla de ruedas y con la que Letizia también departió durante un momento, mientras que el Príncipe se interesó por la vida de un numeroso grupo de cooperantes que le relataron su experiencia en Perú.

Después de este acto, los Príncipes se trasladaron a la residencia del embajador español para compartir un almuerzo con personalidades peruanas.

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