El rey reanuda actividad oficial fuera del despacho con entrega de un premio

Madrid, 26 sep.- Don Juan Carlos ha realizado hoy su primera actividad oficial fuera del despacho, tras la intervención quirúrgica en el pie izquierdo del pasado día 5, al entregar, en el salón de audiencias de la Zarzuela, a la fundación chilena "Un techo para mi país", el IV Premio de Derechos Humanos Rey de España.

Acompañado por la reina, el jefe del Estado ha recibido en el salón de audiencias a una delegación encabezada por el presidente de la fundación, Cristian José del Campo, a quien, de pie, ha estrechado la mano y hecho entrega del galardón, mientras le dirigía unas primeras palabras de enhorabuena.

Apoyado en una muleta, de cuya ayuda ha llegado a prescindir en algún momento en una muestra de los avances que presenta su recuperación, don Juan Carlos ha posado de pie a continuación para los medios gráficos junto a doña Sofía con Del Campo y el resto de invitados a esta ceremonia.

La Defensora del Pueblo en funciones, María Luisa Cava de Llano, y el rector de la Universidad de Alcalá de Henares, Fernando Galván, formaban parte de esta delegación, así como el ministro consejero de la embajada chilena en España, Frederich Heller, y el director social de la fundación premiada, Maximiliano Pérez Silveira.

Un jurado presidido por Cava de Llano concedió el galardón el pasado diciembre por unanimidad a la fundación chilena por la labor de lucha contra la marginalidad de los voluntarios universitarios que trabajan para esta organización en distintos países de América Latina.

Este premio, bianual, es concedido por el Defensor del Pueblo y la Cátedra de Derechos Humanos de la Universidad de Alcalá, con objeto de reconocer a las organizaciones que se hayan distinguido en la defensa y promoción de los derechos humanos y de los valores democráticos en América Latina.

Desde 2001, "Un techo para mi país" construye viviendas de emergencia, trabaja por la integración social y lucha contra la extrema pobreza, según ha destacado el jurado del premio, que valora en su fallo la "encomiable labor" de la organización en Haití.

En la actualidad, está presente en más de dieciocho países latinoamericanos, en los que ha construido más de 70.000 viviendas de emergencia en asentamientos marginales.

La fundación, que cuenta con 250.000 voluntarios comprometidos con la transformación de la realidad de miles de familias que viven en situación de pobreza, ha visto reconocida su labor con otros premios, entre los que destacan los otorgados por la UNESCO y el Banco Interamericano de Desarrollo a las mejores prácticas en políticas y programas en América Latina y el Caribe.