El sicario de Touriño acusa al inductor de darle el arma y la orden de matar

  • El autor confeso del disparo mortal a Félix Martínez Touriño ha incriminado hoy al presunto inductor del crimen, Manuel Moreno, al señalarlo como quien le facilitó la pistola y la fotografía de la víctima y le ordenó reiteradamente, incluso con amenazas, que lo matara a cambio de 9.000 euros.

Barcelona, 24 abr.- El autor confeso del disparo mortal a Félix Martínez Touriño ha incriminado hoy al presunto inductor del crimen, Manuel Moreno, al señalarlo como quien le facilitó la pistola y la fotografía de la víctima y le ordenó reiteradamente, incluso con amenazas, que lo matara a cambio de 9.000 euros.

En el juicio por el llamado "crimen de Santaló", el sicario novel Jorge Andrés M.G.ha confesado que fue él quien mató en febrero de 2009 al entonces director del Centro de Convenciones de Barcelona, Félix Martínez Touriño, aunque se ha escudado en que no lo hizo por dinero, sino por el miedo que sintió al sentirse amenazado por Manuel Moreno si no cumplía su encargo criminal.

El asesino a sueldo ha cambiado hoy su declaración en fase de instrucción y ha sostenido que fue el propio Manuel Moreno, y no el también inculpado Sahid S. -cuñado del inductor- quien dos días antes del crimen se reunió con él en un parque y le dio un arma y una foto de Félix Martínez Touriño -"en paz descanse", ha agregado- para exigirle, incluso con amenazas, que le matara.

"Manuel Moreno me dijo que tenía que matar a esa persona", ha recordado hoy el sicario novel, que ha admitido que, por lo que recuerda, el móvil del crimen eran unas desavenencias profesionales.

Jorge Andrés M.G., que ha sido el primero de los cinco acusados en declarar en este juicio, ha afirmado en cambio que, si bien Sahid S. y el otro acusado Yader J. participaron en los preparativos, no sabe si conocían que la intención de Manuel Moreno era matar a su jefe, ya que lo que le dijeron en un principio era que le iban a encargar el cobro de una deuda y no un crimen.

En el minucioso interrogatorio al que le ha sometido la fiscal, el sicario ha afirmado que vino a Barcelona pensando que tenía que ir a cobrar una deuda, pero que finalmente cuando supo que debía cometer un crimen no se atrevió a dar marcha atrás porque se sintió amenazado por Manuel Moreno.

El sicario, que se ha negado a responder a la mayoría de preguntas de las acusaciones y defensas de los otros inculpados, ha evitado detallar cómo ocurrió el crimen, alegando que prefería guardar silencio "por respeto a la víctima y a su familia".

No obstante, ha confirmado que fue su compatriota Yader J. quien le ofreció en Madrid -donde ambos trabajaban como albañiles- la posibilidad de ir a Barcelona a cobrar unas deudas a cambio de dinero, lo que hicieron el sábado, 7 de febrero.

Una vez en Barcelona, se reunieron con el cuñado del inductor, Sahid S., que era quien los había reclutado y, posteriormente, con Manuel Moreno, que fue quien en un parque y sólo en presencia de Jorge Andrés M.G., le entregó la pistola y una foto de la víctima y le dijo que le tenía que matar.

Aquella misma tarde, se dirigieron a los alrededores de la casa donde vivía Martínez Touriño, en el primer intento para cometer el crimen.

No obstante, cuando Touriño salió de su casa junto a su novia, al sicario le faltaron agallas para disparar -según su propia confesión- y se justificó ante Moreno diciéndole que no había cometido el crimen porque había visto pasar a una patrulla de la policía y se había asustado.

Aquella misma noche, los acusados hicieron un nuevo seguimiento a Touriño, con el que Sahid S. había quedado con la excusa de comprarle un coche, aunque tampoco perpetraron el asesinato.

Según el sicario, el domingo hicieron una nueva intentona, cuando se dirigieron a los alrededores del CCIB, donde se encontraba trabajando la víctima, aunque no le pudieron dar alcance cuando salió con su vehículo.

Tras aquel nuevo fracaso, Manuel Moreno le dijo al sicario, según su versión, que ya no podía fallar más, porque si no le iba a "pasar algo", lo que el asesino interpretó como una amenaza.

El presunto artífice del crimen conminó también a Jorge Andrés M.G. a acabar con la vida de su jefe como muy tarde la mañana del día siguiente, porque Touriño tenía previsto desplazarse a Francia precisamente para comunicar a sus superiores la intención de despedir a Manuel Moreno.

Tras cometer el crimen, fue Yader J. quien le ayudó a escapar y le dio los 9.000 euros.

En su declaración como acusado, Yader J. ha confirmado que en ningún momento supo que el encargo era para matar y ha asegurado que, en contra de los sostenido por la Fiscalía, no fue él quien le dio el arma al sicario.

Este acusado ha afirmado ante el jurado que nunca se habría jugado todo lo que había conseguido en España, incluido su permiso de residencia, por "hacer algo tan terrorífico como matar a una persona", y ha admitido que huyó a Colombia en cuanto supo por internet de la muerte de Touriño y fue consciente del crimen en que había participado.

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