Pekín, 3 mar.- Pekín ha endurecido sus medidas de seguridad, al inaugurarse hoy las sesiones anuales del Legislativo chino, después de que al menos 29 personas murieran en un asalto con cuchillos en Kunming (suroeste) que las autoridades atribuyen a grupos separatistas uigur.
Según publica el "Diario del Pueblo", el órgano oficial del Partido Comunista de China (PCCh), las autoridades de Pekín mantuvieron el domingo una reunión de emergencia en la que se ordenó fortalecer el dispositivo de seguridad para "garantizar la estabilidad y el orden en la capital".
Entre otras medidas, se estrechará la seguridad en los medios de transporte e instalaciones públicas y se lanzará una campaña de concienciación a los ciudadanos.
El foco, de acuerdo con el diario, se centrará en la concienciación y la vigilancia a pie de calle para detectar posibles sospechosos.
El asalto de una decena de atacantes en la estación de ferrocarril de Kunming en la noche del sábado dejó al menos 29 muertos y unos 130 heridos, en un incidente que las autoridades chinas atribuyen a grupos separatistas uigur desplazados desde Xinjiang, hogar de esa minoría étnica de religión musulmana.
El ataque tuvo lugar en vísperas de la inauguración hoy de la sesión anual de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh, una suerte de Cámara Alta), y el miércoles de la Asamblea Nacional del Pueblo (ANP, el Legislativo chino).
Tras los acontecimientos del fin de semana en Kunming, la seguridad se convertirá en uno de los asuntos prioritarios de las reuniones, que tenían previsto originalmente dedicar su principal atención a las reformas económicas y sociales que ya aprobó el régimen el pasado noviembre, y a cuestiones como la protección del medioambiente.
La Policía china continúa hoy la búsqueda de responsables del ataque en Kunming, perpetrado por una decena de personas enmascaradas y ataviadas con idénticas ropas negras. Cuatro de los atacantes murieron en enfrentamientos con la Policía, y una mujer quedó detenida.
De confirmarse que se trata de militantes uigures, se trataría de una escalada en los incidentes de violencia que se han registrado en Xinjiang en los últimos tiempos.
Xinjiang es, junto al Tíbet, uno de los mayores polvorines étnicos de China, con frecuentes enfrentamientos entre los uigures y la mayoría china han.
El pasado octubre, las autoridades chinas responsabilizaron a grupos separatistas de esta minoría del incidente vivido en la céntrica plaza pequinesa de Tiananmen el pasado octubre, cuando un automóvil invadió la acera a toda velocidad y se incendió a las puertas de la Ciudad Prohibida, en un suceso que dejó cinco muertos y al menos 40 heridos.
Hace dos semanas murieron al menos once personas en un enfrentamiento con la Policía china en la prefectura de Aksu, cercana a la frontera de Kirguizistán, en Xinjiang.
Las autoridades chinas acusan a grupos separatistas uigures de querer implantar por la fuerza el estado del Turkestán Oriental, mientras que organizaciones de esta minoría en el exilio denuncian abusos y discriminación por parte del Gobierno central en la región.
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