España, volcada en reavivar las cumbres, llevará a Cádiz la crisis del euro

  • El Gobierno español se ha volcado en la organización de la cumbre iberoamericana de Cádiz para intentar revitalizar esta cita tras las numerosas ausencias de los últimos años, y pretende compartir en ella una reflexión con los líderes de América Latina sobre la crisis que está atravesando la eurozona.

José Miguel Blanco

Madrid, 8 nov.- El Gobierno español se ha volcado en la organización de la cumbre iberoamericana de Cádiz para intentar revitalizar esta cita tras las numerosas ausencias de los últimos años, y pretende compartir en ella una reflexión con los líderes de América Latina sobre la crisis que está atravesando la eurozona.

La de Cádiz será la primera cumbre iberoamericana a la que asista el actual jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, y pretende que en ella quede bien claro su compromiso con América Latina, la importancia estratégica que otorga a la región y el reconocimiento de su creciente papel en la economía mundial.

Han sido continuos desde hace meses los contactos entre representantes del Gobierno español y de los países latinoamericanos para garantizar una masiva presencia de jefes de Estado en la capital gaditana.

El resultado de ese trabajo, según fuentes del Ejecutivo de Rajoy, es muy satisfactorio, ya que sólo están pendientes de confirmar la presidenta argentina, Cristina Fernández, el de Venezuela, Hugo Chávez y el de Cuba, Raúl Castro.

Sí es segura la ausencia del presidente de Paraguay, Federico Franco, quien ya la anunció para evitar problemas con otros países como los que integran Mercosur y Unasur y que le han vetado en estos foros tras la destitución del presidente Fernando Lugo.

España agradece especialmente este gesto debido a que su presencia podría haber dificultado la de otros miembros de la comunidad iberoamericana.

La notable presencia de líderes, según las fuentes citadas, va a convertir a Cádiz en "la puerta de entrada de Latinoamérica en Europa".

El Gobierno de Mariano Rajoy defiende dar a América Latina "el valor que merece" ante su evolución y respalda una "relación renovada" que, precisamente, es el lema de la cumbre de Cádiz.

En esa línea, pretende que se reafirme su valor añadido en la escena internacional, no sólo desde el punto de vista cultural y de valores, sino también económico.

Es en ese contexto en el que se considera que las relaciones de España con Latinoamérica son fundamentales para combatir la crisis.

Una cuestión ante la que el Gobierno español cree que la región tiene mucho que aportar por sus experiencias en la superación de las crisis que ha sufrido a lo largo de su historia y por el hecho de que lo haya logrado "sin perder la esperanza".

"La experiencia es un valor y, por ello, este es un buen momento para escuchar a América Latina", señalan las fuentes del Ejecutivo, que avanzan que Rajoy no obviará la crisis de España y de la eurozona "desde un planteamiento integral y realista" ni en la cumbre en sí ni en sus entrevistas bilaterales.

Está previsto que, en el marco de la reunión de Cádiz, Rajoy mantenga encuentros por separado con los presidentes de Colombia, Ecuador, Honduras y Chile.

Asistirá también al almuerzo que tradicionalmente celebran el rey y el jefe del Gobierno con el presidente de México, y al desayuno de don Juan Carlos con los presidentes centroamericanos.

Dos bilaterales más figuran en la agenda de Rajoy: con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza.

El Gobierno español, a la espera de que se concreten detalles finales durante el transcurso de la cumbre, está también muy satisfecho de la declaración que prevén firmar los jefes de Estado y de Gobierno.

Una declaración que se fundamentará en seis apartados: crecimiento económico, infraestructuras, pymes, fortalecimiento institucional, educación y cultura, y cohesión social y creación de empleo.

A la espera de que se despeje definitivamente la incógnita de si asistirá o no la presidenta argentina (en caso de que no acuda estaría representada por su vicepresidente, Amado Boudou), España rechaza enmarcar esa decisión en el contencioso entre ambos países por la expropiación de YPF, la filial de la petrolera española Repsol.

Se resiste a relacionar este asunto con la cumbre ya que lo remite a las relaciones bilaterales, pero sí reconoce que, al igual que en gran parte de las reuniones de este tipo, se hablará de la seguridad jurídica para las inversiones.

La cumbre se celebrará en Cádiz coincidiendo con el bicentenario de la Constitución española que vio la luz en esta ciudad, un texto en el que aún se citaba a los territorios de ultramar como parte de España.

Esa circunstancia lleva al Gobierno español a otorgar un simbolismo especial a esta cumbre, a la que se ha invitado por vez primera al líder de la oposición y secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba (que ha confirmado su asistencia), y a los portavoces de los grupos parlamentarios.

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