Eta. Los acusados de hacer pintadas por la muerte de jon anza aseguran que no lo hicieron porque fuese etarra


Los dos acusados de realizar varias pintadas en el centro de Pamplona para ensalzar a Jon Anza, el etarra cuyo cuerpo fue hallado en una morgue de Toulouse (Francia) en marzo de 2010, aseguraron hoy en la Audiencia Nacional que lo hicieron únicamente para “denunciar una situación que se comentaba mucho en la calle” y afirmaron que habrían hecho lo mismo si el fallecido no hubiese sido un miembro de ETA.

Los procesados, Gaizka Pérez y Gorka Milagro, que se negaron a contestar a la fiscal, reconocieron a preguntas de su abogada ser los autores de las pintadas.
Milagro explicó ante la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional que fue “una expresión de denuncia de una situación que se comentaba mucho en la calle” y un acto de “apoyo a la familia” de Anza. “Fue algo totalmente espontáneo”, señaló. Pérez, por su parte, dijo que se trató de una “reacción de protesta y de repulsa”.
Los dos acusados coincidieron en asegurar que también hubiesen realizado las pintadas si la persona que apareció muerta no hubiese sido un etarra.
Pérez dijo en este sentido que el hecho de que Anza fuese etarra “no tenía relevancia”. “Era una denuncia por la desaparición de un ciudadano vasco, como cualquier otro”, afirmó.
Milagro aseguró además que con la expresión “pagaréis por lo que habéis hecho” que estamparon en la pared no estaban incitando a acciones violentas sino que solo abogaban por que se “depurasen responsabilidades”.
UN AÑO DE CÁRCEL
La fiscal encargada del caso, Ana Nóe, pidió para los procesados sendas penas de un año de prisión al atribuirles un delito de enaltecimiento del terrorismo. Solicitó además que se les condene a nueve días de trabajo en beneficio de la comunidad por una falta contra el patrimonio.
La representante del Ministerio Público sostiene que, sobre la medianoche del 16 de marzo de 2010, Pérez y Milagro, junto con otras tres personas que no han sido identificadas, efectuaron varias pintadas en la calle Concejo de Olaz de Pamplona.
En las pintadas, realizadas en euskera, se podían leer cosas como “Jon, soldado vasco, saludos y honra”, “el pueblo no perdonará” o “pagaréis por lo que habéis hecho”.
Los dos acusados fueron detenidos en un coche en las inmediaciones. Presentaban machas de pinturas en sus manos y en el vehículo se encontraron dos botes de spray de pintura.
MUERTE “NATURAL”
El cadáver de Jon Anza fue encontrado 11 marzo de 2010 en la morgue de Toulouse (Francia), donde había permanecido sin identificar casi un año. El rastro de Anza se perdió el 18 de abril de 2009, después de que el etarra se subiese a un tren en la estación de Bayona con dirección a Toulouse. Anza fue encontrado el 29 de abril, once días después de su desaparición, en un banco de un parque de la ciudad tras haber sufrido un infarto. Fue ingresado en un centro hospitalario pero falleció el 11 de mayo.
En la vista oral comparecieron dos peritos que aseguraron que la muerte de Anza en Toulouse se debió a causas “naturales” como consecuencia “del tumor cerebral” que padecía. Los expertos señalaron en concreto que el etarra sufrió un infarto tras mantener una reunión con responsables de la organización terrorista.
También testificaron otros dos peritos que explicaron que los análisis realizados en el laboratorio certificaron que la pintura de los sprays que se les incuataron a los acusados era la misma que la utilizada en las pintadas.
Ante el tribunal de la Audiencia Nacional comparecieron varios miembros de la policía municipal de Pamplona. Uno de estos agentes, que participó en la detención, dijo que las explicaciones que dieron Milagro y Pérez al ser interceptados “no tenían mucho sentidos” y añadió que tenían las manos manchadas de pintura.

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